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Casi a punto de llorar, el exinspector de policía y asesor de la Consejería de Interior de la Comunidad de Madrid, Marcos Peña, desmintió ayer que él dirigiera el equipo de agentes que presuntamente realizó seguimientos a políticos. El PP usó este testimonio y el del subdirector de Seguridad, Miguel Castaño, que negó "conocer" o "haber amparado" dichos informes, para considerar "demostrado" que no existe tal servicio de espionaje y acusar al PSOE de intentar "alimentar" la trama contra los populares.

Tras la comparecencia, el miércoles, de Pedro Calvo, concejal de Seguridad en el ayuntamiento y, por tanto, afín a Alberto Ruiz-Gallardón --el alcalde acusó al PP de intentar desviar la atención en la comisión de investigación sobre los espionajes creada en la Asamblea de Madrid--, era muy esperada la declaración de Peña, quien, según El País , dirigió a los espías y reconoció haber elaborado informes sobre el caso de corrupción de Ciempozuelos, que afecta al PSOE, así como de las mafias policiales en Coslada y de la integrada por porteros de discoteca.

Sin embargo, el exinspector negó ayer haber participado en seguimientos "a personajes políticos o en la elaboración de dosieres". Peña argumentó que en la fecha en la que se realizaron dichos informes ni siquiera trabajaba en la Comunidad. "Todos los hechos que se me imputan son falsos. No tengo ni presupuesto ni estructura, ni he montado un CNI. No sé qué más añadir para trasmitir mi verdad", aseguró tras manifestar, con la voz entrecortada, que se siente "una víctima".

LAS AGENDAS El subdirector de Seguridad de la Comunidad, Miguel Castaño, negó ser el "Miguel" que aparece en los informes y desacreditó todos los datos reflejados en los mismos, al asegurar que podría haberlos realizado cualquiera que tenga acceso a la agenda de los políticos. Castaño lamentó, en este sentido, que al día siguiente los escoltas suelen dejar "tirada en cualquier sitio" la agenda que han usado en el equipo de protección y donde pueden aparecer hasta las citas privadas de los cargos públicos.

Tanto PSOE como IU acusaron al PP de haber impuesto "un guión" a los comparecientes, ya que ambos consumieron bastante tiempo en leer un currículo y defender su trayectoria. La socialista Maru Menéndez dijo que la intención de los populares es "ocultar la verdad" e Inés Sabanés, de IU, que la confesión de Peña de que "ocasionalmente" participa en dispositivos de seguridad en actos públicos demuestra que Francisco Granados, consejero de Interior y número tres de Esperanza Aguirre, mintió cuando dijo que Peña solo hace tareas de protección de edificios.

El PP dijo que ambos testimonios demuestran que no existe un CNI madrileño. "La única verdad es que no se puede probar ningún espionaje", afirmó Juan Soler, que dejó fuera el seguimiento al número dos de Aguirre, Ignacio González.