En el PP están convencidos de que el proceso de paz sigue vivo porque José Luis Rodríguez Zapatero evitó conscientemente proclamar su final tras el atentado. En el PP vasco se sospecha incluso que el diálogo se retomará en pocos meses. Sin embargo, la postura oficial mantenida por Mariano Rajoy al terminar el comité ejecutivo de ayer es que no tomará ninguna decisión hasta que el presidente comparezca en el Congreso, declare que el proceso ha terminado y explique qué va a hacer a partir de ahora.

Según fuentes de la dirección del PP, el convencimiento de que el proceso no ha terminado se basa en que el jefe del Ejecutivo "no quiso hablar de ruptura, sino de suspensión". A este hecho se suma la "máxima desconfianza" que a los populares les merece el presidente. El presidente del Grupo Popular Europeo, Jaime Mayor Oreja, y la responsable del PP vasco, María San Gil, defendieron que la intención de Zapatero es mantener el proceso "sumergido" durante un tiempo sin decretar su liquidación oficial. Según ambos, el diálogo con ETA resurgirá en pocos meses, cuando Batasuna o una de sus listas blancas quiera presentarse a las municipales.

Rajoy, que escuchó las intervenciones sin manifestar su opinión sobre ellas, sentenció que lo primordial es que Zapatero proclame el fin del proceso en el Congreso y detalle cuál va a ser su política antiterrorista. El líder del PP conminó al Gobierno a volver al pacto antiterrorista, pero no quiso entrar en la posibilidad de que el acuerdo pueda basarse en un nuevo texto de forma que otros partidos, como el PNV, se avengan a suscribirlo.

Y Rubalcaba reiteró la oferta de pacto y en Euskadi, el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, afirmó que no cabe dialogar con Batasuna hasta que no condene el atentado, ya que las condiciones para que se produzca un final dialogado de la violenica son "inexistentes".