La cúpula del PP decidió ayer la estrategia a seguir ante la opinión pública una vez fueron revelados el pasado domingo más informes que prueban que el Gobierno del PP conocía las escalas en España de aviones de la CIA destinados a transportar presos con dirección a la base de Guantánamo. El plan de los populares es intentar dar la vuelta a la tortilla; apuntar hacia el mensajero y fundamentalmente cargar contra los socialistas por haber "filtrado" a la prensa documentos que afectan a la seguridad. Se evitó en lo posible citar directamente a José María Aznar o defender a sus equipos. El objetivo marcado era intentar colgar la pelota en el tejado socialista.

La primera que se vio obligada a opinar sobre esta cuestión fue la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, que a primera hora de la mañana de ayer fue entrevistada en la Cadena SER. Dijo desconocer "si existe o no" el polémico documento secreto. Unas horas más tarde, su secretaria general, Dolores de Cospedal, aprovechaba la rueda de prensa que suele ofrecer cada lunes para tratar de desviar la atención hacia el Ejecutivo. "Un Gobierno que sea fiable no se dedica a hacer filtraciones que afecten a la seguridad", sentenció.

COMPARECENCIA Para insistir en ese argumento, aseguró que los populares solicitarán la comparecencia del titular de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, en el Congreso, a fin de que "informe sobre todo lo que sepa sobre esta cuestión en vez de filtrarlo".

A tenor de lo que había dicho hasta aquí, podría deducirse que el Partido Popular considera que el tema tiene trascendencia. Pero, después de haber recibido en la rueda de prensa un par de preguntas más sobre los vuelos, sorprendió afirmando lo contrario. "No le veo yo tanta trascendencia", enfatizó De Cospedal.

Algo más directa fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que disparó directamente al PSOE. "De todos los vuelos de guerra de la CIA a Guantánamo, dos fueron en tiempos de Aznar y nueve en tiempos de Zapatero". Ella dice haber visto una estadística que lo prueba. Aguirre no aclaró ayer a cuál se refería exactamente.