La dirección nacional del PP ha decidido eludir la pelea con el rebelde exvicepresidente del Gobierno Francisco Alvarez-Cascos y no se aparta ni un milímetro del guión aunque este último haya empezado a embestir contra Mariano Rajoy al acusarlo de esperar la victoria electoral "sentado en un sillón". El vicesecretario de Comunicación de los conservadores, Esteban González Pons, llevó ayer esta consigna hasta las últimas consecuencias hasta el punto de garantizar a su excompañero que cuando quiera puede regresar al partido. "Vamos a evitar la polémica con Cascos porque no perdemos la esperanza de que acabe acordándose de que esta es su casa", dijo ayer el dirigente popular tras participar en un acto con alcaldes de su partido en Málaga.

"Cascos es buen amigo de todos los que estamos en la dirección nacional y las puertas del partido siempre estarán abiertas para él", abundó Pons, minutos después de conocer que Javier Arenas, vicesecretario de Política Autonómica del PP, había explicado que en la dirección se ha recibido con "tristeza" y "lamentos" la decisión tomada por "una persona de la casa".

Esta muestra de respeto no privó a Arenas de dar "el máximo respaldo" a la candidata de su partido en Asturias, que el día antes había declarado a El Mundo que sentía "pena" por las "lagunas mentales" y "fabulaciones" de Alvarez-Cascos. La dirección del PP quiere que el enfrentamiento con el exnúmero dos del partido no rebase los límites de Asturias, objetivo que hasta ahora parece haber conseguido.

RECUENTO DE VICTORIAS ¿Por qué Rajoy decidió descartar la candidatura de Cascos? Según Arenas, el líder conservador no tiene porque contarlo, dado que "nadie le ha pedido explicaciones en el partido". El dirigente andaluz dio, sin embargo, pistas de las razones de fondo al afirmar que Rajoy no debe desviarse de la estrategia de renovación llevada a cabo a partir del congreso nacional de Valencia, celebrado en el 2008. Desde entonces, según Arenas, no solo ha llevado al PP a ganar las elecciones europeas o las gallegas, a propiciar "un cambio histórico" en Euskadi y a favorecer el "sólido crecimiento" de la formación en Cataluña, sino que también ha desarrollado su trabajo con "mesura" y "cargado de paciencia".

Respecto al resultado de las elecciones en Asturias, Arenas no albergó ninguna duda de que Pérez Espinosa será la próxima presidenta porque se trata de "una candidata sólida y con trayectoria en el partido y sobre todo, de alguien que viene a "renovar la política asturiana".