No sería la primera vez que el PP apoya, incluso en la calle, a las organizaciones antiabortistas. Pero el partido de Mariano Rajoy considera que ahora no toca. Quedan apenas dos meses para las elecciones y los asesores de Rajoy advierten de la importancia de "no escorar" la imagen del candidato del PP en un momento en que el voto de centro, como casi siempre, será decisivo.

Los conservadores han venido dando apoyo, durante la legislatura que ahora acaba, a las principales reivindicaciones de foros y asociaciones creadas en torno a la defensa de la familia cristiana tradicional y sus valores. Incluso han llegado a participar en manifestaciones impulsadas por la Iglesia y este tipo de organizaciones, como en junio del 2005, cuando una delegación del PP acompañó en Madrid a miles de ciudadanos que se manifestaron bajo el lema La familia sí importa .

Se trataba, entonces, de dejar constancia pública del rechazo a la ley del matrimonio gay aprobada por los socialistas y a una ley educativa que, entre otras cosas, incluía la asignatura de Educación para la ciudadanía. También se pedía "un ordenamiento jurídico que garantice el respeto a la vida humana en su integridad", esto es, legislación contra la eutanasia y el aborto.

VUELTA A LA CARGA Las organizaciones antiabortistas vuelven a la carga ahora con esa exigencia. El motivo: el desmantelamiento en Madrid y Barcelona, hace unas semanas, de una red de clínicas en las que se practicaban abortos ilegales. Los promotores de la manifestación son los mismos que creen que ha llegado el momento de derogar la ley que regula la interrupción del embarazo y de poner fin a las subvenciones oficiales para estas prácticas clínicas, por lo que solicitan apoyo de los partidos.

Pero el PP cree que este no es el momento para satisfacer esa demanda. La cita con las urnas está a la vuelta de la esquina y los asesores de Rajoy no quieren pasos en falso que puedan indisponer al candidato conservador con el voto centrista.

Algunos dirigentes del PP juzgan como una "trampa" el hecho de que los socialistas dieran a conocer a la prensa, el 17 de diciembre, que el presidente del Gobierno y candidato del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, había encargado a la dirección socialista una "reflexión profunda" sobre la situación tras el hallazgo de centros médicos que hacían abortos ilegales, amparándose en el supuesto que permite interrumpir la gestación si hay riesgo para la salud psíquica de la madre, pero con informes psiquiátricos falsos y obviando plazos legales.

Fuentes del PP creen que aquella acción de Zapatero fue un "globo sonda" que buscaba "intencionadamente" que los populares se situaran en contra, de forma que el PSOE pudiera tildar al PP de "derecha reaccionaria" en vísperas de las generales.

NI UNA PALABRA En este contexto, el PP decidió que el propio Rajoy diera la cara para subrayar que su posición al respecto era "la misma" de los últimos años y que, en ningún caso, llevará en su propuesta electoral una reforma de la ley. Ni él ni sus compañeros dijeron o dirán una palabra más al respecto. Por su parte, los socialistas se han visto obligados a rectificar y a admitir que no tocarán la ley.