Para volver a gobernar España, el PP necesita recuperar aliados. Una estrategia para algunos obvia, pero que los populares han tardado un lustro en asumir tras la conmoción de la derrota del 2004, que les llevó de la mayoría absoluta a la oposición. La concatenación de resultados positivos en las últimas elecciones gallegas y vascas y en las europeas ha consolidado en la cúpula del partido la importancia de dar un giro en pos de tender puentes hacia otras formaciones. Un cambio de táctica que se oficializó ayer y el lunes en el cónclave celebrado por Rajoy junto a los principales dirigentes del partido en el parador de la Granja de San Ildefonso, en Segovia.

Los dos días de retiro espiritual y reflexión conjunta se cerraron con el convencimiento de que ha llegado el momento de sondear y alcanzar pactos puntuales que permitan construir "mayorías alternativas frente a la crisis", y "afrontar reformas". Así lo expresó el vicesecretario de Política Autonómica y Local del PP, Javier Arenas, que mostró su "confianza plena" en la victoria en las generales del 2012.

El presidente del PP andaluz avanzó que Rajoy ha encargado a la vicesecretaria de Organización, Ana Mato, la elaboración de un "plan especial" para preparar los próximos comicios municipales y autonómicos y ganar votos que refuercen el liderazgo del partido y sus aspiraciones reales de recuperar la Moncloa.

VULNERACION FLAGRANTE Respecto a la querella contra Manuel Chaves que el PP presentó el pasado jueves y retiró solo unas horas después, la dirección del partido acordó resucitarla la semana que viene. Los populares acusan al vicepresidente tercero de haber concedido una subvención a la empresa Matsa, en la que trabaja su hija, cuando era presidente de Andalucía. Un comportamiento que, tal y como destacó el Partido Popular, "vulnera de manera flagrante las obligaciones de un vicepresidente del Gobierno".