El homenaje a las víctimas del coronavirus que se celebrará el próximo 16 de julio protagonizó ayer parte de la sesión de Control al Gobierno del Congreso de los Diputados. Pero no en positivo, como se podría esperar. El PP usó este acto para atacar al Ejecutivo de Pedro Sánchez por el desfase que, dicen, hay entre las cifras de fallecidos que publican en la Moncloa y las que ofrecen otras instituciones.

La portavoz de los populares, Cayetana Álvarez de Toledo, exigió al Ejecutivo que realice una auditoría de las muertes causadas por el covid-19 para poder tener una cifra real. A renglón seguido, aseguró que el acto del próximo mes es solo para «el 60% de las víctimas de la pandemia» y, por lo tanto, lo calificó de un «homenaje mutilado».

«No es un desajuste numérico, es un abismo moral. Esos 17.000 españoles, si no murieron por la pandemia, ¿por qué murieron?», cuestionó Álvarez de Toledo en referencia a la cifra de fallecidos ofrecida por el Instituto de Salud Carlos III y el Instituto Nacional de Estadística (INE), que apuntan a que las muertes por covid-19 podrían alcanzar las 45.000.

«Ustedes han decidido, sea la que sea la cifra final, hacer política con los muertos», recriminó a los conservadores la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, quien también afeó a los diputados de Vox que no asistan al homenaje del 16 de julio.