El diputado del PP Leopoldo Barreda ha negado este miércoles que haya habido "una contabilidad B del PP", que atribuye a "un montaje que se ha querido extender como una mancha de aceite sobre el partido por parte de [Luis] Bárcenas, como una estrategia de defensa". Barreda ignora así la declaración del exgerente del partido Cristóbal Sáez, sucesor de Bárcenas en el cargo, que este miércoles reconoció ante el juez haber cobrado en negro 12.000 euros entre abril del 2007 y junio del 2008 en dos sobres.

En declaraciones a Radio Euskadi, Barreda, portavoz adjunto del grupo popular en el Congreso, se ha centrado en las declaraciones de los exsecretarios generales del PP Francisco Álvarez-Cascos y Javier Arenas, que dijeron que no les contaba que el PP tuviera una contabilidad opaca, aunque admitieron que no había un control sobre las donaciones al partido porque era responsabilidad, según declararon, del tesorero. Según Barreda, lo que hicieron los también exministros fue "negar la existencia de una caja B y decir a quién correspondía el control de las donaciones".

"Eso era función del tesorero, no de los secretarios generales", ha reiterado el diputado, para señalar después, defendiendo a ultranza a su partido, que eso no significa que admitieran "descontrol en las donaciones".

El dirigente ya defendió el martes al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al asegurar que dijo la verdad "en todo momento" sobre el caso y que "todo lo demás son estrategias de defensa".

Voluntad de renovación "permanente"

Barreda también ha señalado, en la cadena Ser, que su partido tiene un "impulso de renovación permanente" y una "voluntad permanente de incorporar personas a su dirección", y que eso no debe confundirse con "otras situaciones" derivadas del 'caso Bárcenas'. El dirigente desvincula así cualquier cambio que pueda haber en la cúpula del partido del escándalo de la presunta contabilidad B.