El PP pasó ayer serios apuros en el Congreso como consecuencia de su absoluta oposición a todos y cada uno de los artículos del Estatuto catalán. Una vidriosa intervención inicial del popular Angel Acebes en contra del título de derechos y deberes, complementada con una más elegante aunque también demoledora disertación a cargo de su compañero de partido Josep Piqué, se les volvió a ambos en contra cual bumerán porque PSOE, ERC e ICV compararon artículos completos del texto con los que hace sólo tres días el PP votó favorablemente en el Senado, correspondientes al nuevo Estatuto de la Comunidad Valenciana. "El problema es que es catalán", acusó Joan Herrera (ICV), en el clímax de su intervención.

El de derechos y deberes es, sin duda, el título de mayor carga ideológica. Impide, según el PP, que Cataluña sea gestionada desde una óptica que no sea la de la izquierda. Acebes y Piqué, por lo tanto, trataron en parte de sus intervenciones de incomodar a CiU. "Han tragado", dijo el número dos del PP con la vista puesta en los dirigentes de la federación nacionalista. "Se han sumado al modelo de izquierdas", añadió.

BULLDOZER POPULAR CiU, ciertamente, intentó pasar de puntillas sobre el título de derechos y deberes. El PP, pues, tenía la oportunidad de meter una cuña en la frágil arquitectura del cuatripartito. Pero Acebes optó por su habitual táctica de bulldózer. Salieron así los fantasmas de "fronteras en la indivisible España", los ataques a los "delirios identitarios" e incluso una cierta acusación de que el Estatut trata de recuperar el medieval modelo de sociedad de "súbditos" y "castas".

Con CiU ocupada en subrayar sus enmiendas y ERC en el extraño rol de aplaudir el título de derechos y deberes y apostar al mismo tiempo por el no , ICV dio un paso al frente. Su líder, Joan Saura, dejó en acta la "náusea" que le causaron las "barbaridades e infamias" de Acebes.