El PP celebró ayer como una exculpación el hecho de que cuatro causas judiciales por delitos fiscales contra el dirigente popular castellonense Carlos Fabra hayan languidecido en la Audiencia de Castellón hasta prescribir. El propio Fabra afirmó que, para él, la prescripción de los delitos "es tanto como una absolución". La guinda al comentario la puso el vicesecretario general de los populares, Javier Arenas, quien consideró que, a la vista de las circunstancias, no hay "ningún inconveniente" para que el presidente de la Diputación de Castellón repita como candidato. Tal conclusión desató una tormenta de críticas.

"Tiene un currículo judicial comparable al de Al Capone y a Arenas le parece que no hay inconveniente para que un tipo de esas características se presente como candidato a una diputación", subrayó el portavoz del PSOE en el Parlamento andaluz, Mario Jiménez. El portavoz de los socialistas en la Diputación de Castellón subió el tono para evidenciar lo extraño de la situación. "Es un deshonor por parte de un cargo público invocar la prescripción como excusa para capear su situación", criticó Francesc Colomer.

La Fiscalía Anticorrupción ya ha anunciado que recurrirá el archivo de las causas. Fabra, que se considera "víctima de una persecución política y fiscal por encima de lo que una persona puede soportar", continúa imputado por delitos como fraude fiscal, cohecho y tráfico de influencias.