El PP volvió a quedarse solo en el Congreso en su demanda de una "rotunda condena" de la concentración que llevaron a cabo las juventudes de ERC contra la COPE cuando algunos de sus miembros se encadenaron a las verjas de la sede madrileña de la radio. La iniciativa se volvió en contra de los conservadores porque los demás grupos criticaron que el PP no denuncie los insultos que se difunden desde la cadena episcopal y atribuyeron a los populares ataques a la libertad de expresión cuando gobernaba Aznar.

Ignacio Astarloa, del PP, pidió a la Cámara que condenara la manifestación del 30 de noviembre --que tildó de "asalto" y "acto de coacción"-- porque atentó contra la libertad de expresión. Con el argumento de que dos diputados de ERC apoyaron a los manifestantes, Astarloa dijo que se dañó "gravísimamente" la imagen del Congreso y que era necesario restablecer la dignidad de la Cámara.

La reclamación provocó un aluvión de contracondenas , por lo que la mayoría consideró "un insulto a la verdad y a la inteligencia de los españoles" por parte del PP, como destacó el socialista Oscar López. José Ramón Beloki (PNV) dijo que el auténtico asalto es el que cometen algunos periodistas de la COPE.