Mariano Rajoy está decidido a no soltar la bandera de la "desmembración" que enarbola contra todo avance en el autogobierno avalado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Después de que el PP saliera en tromba denunciando que el traspaso de las políticas activas de empleo --la llave que ha garantizado la estabilidad del Ejecutivo socialista tras su pacto con el PNV cara a los presupuestos del 2011-- "rompe" la caja única de la Seguridad Social, el líder popular fue un paso más allá ayer. Anunció que su partido tiene intención de convertir en ley el "blindaje" de esta caja única, a fin de evitar la transferencia a Euskadi.

Rajoy desoye así el aviso que le lanzó por la mañana el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, quien considera que la dirección nacional se está precipitando a la hora de analizar los efectos de la transferencia.

En una conferencia en Madrid, Rajoy anunció que el PP presentará una proposición de ley dirigida a "impedir la desmembración de un pilar de la política social española", esto es, la caja única de las pensiones. En realidad, el dirigente conservador atacó todo el proyecto de cuentas públicas por "irreales en su pretendida austeridad", por "deprimentes", por alentar la "desesperanza y la resignación", y por suponer "un viaje sin saber la dirección".

MERCADEO El acuerdo con el PNV es, a juicio de Rajoy, un "cambio de cromos extemporáneo y ajeno" a la realidad de los presupuestos del Estado.

"Zapatero ha hecho del mercadeo parlamentario su única estrategia", aseveró. También rechazó el recorte del 7,9% que reflejan los presupuestos, ya que, en su opinión, solo debería ser del 1,2% "si se hicieran bien las cuentas".

Finalmente, acusó al jefe del Ejecutivo de "pregonar" que subirá los impuestos a los ricos cuando "los subirá a las clases medias".