Populares y socialistas descalificaron ayer al presidente del PNV, Xabier Arzalluz, quien el domingo comprometió la "ayuda moral" de su partido a Batasuna para que pueda presentarse a las elecciones locales de mayo.

El secretario general del PSE, Patxi López, reprochó al líder peneuvista que se preocupe más de los "amenazadores que de los amenazados" y dijo que si Arzalluz fuera "buena persona no hubiese dicho lo que dijo". Sentenció que ese anunciado apoyo moral es una "inmoralidad".

El portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera, reclamó al líder peneuvista que, al menos, respete la legalidad que impide la presentación de Batasuna y sus sucesores.

En el seno del PP, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el de Administraciones Públicas --y secretario general del partido--, Javier Arenas, criticaron duramente al presidente del PNV. Montoro hizo referencia en Barakaldo (Vizcaya) a la "falta de límite moral" de Arzalluz y Arenas argumentó que el apoyo a Batasuna es un intento de "dar ánimo al entorno de ETA".

La dirección del PSE, por otro lado, requirió ayer a los gobiernos de Madrid y Vitoria para que afronten la aplicación aún pendiente del Estatuto. El PSE trata así de situarse como auténtico valedor del desarrollo estatutario ante la permanente confrontación entre el PNV y el PP. Por su parte, Ramón Jáuregui descartó cualquier atisbo de acuerdo poselectoral PNV-PSE.