Ni socialistas ni populares están dispuestos a aparecer ante la opinión pública como los responsables de no haber alcanzado un pacto en España contra la crisis que le permita aparecer más fuerte ante la Unión Europea. Ayer, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y el secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, se invitaron mutuamente a sentarse, a pactar y a llegar a acuerdos. Y ambos con el mismo argumento: "Por el bien de España y de los españoles". El problema es que nadie se fía de nadie, y tras las invitaciones al gran acuerdo, los dos se encargaron también de enumerar sus condiciones.

REFORMA LABORAL Y WERT En Sevilla, Cospedal aseguró que sería una "gran idea" que tanto los socialistas como el resto de partidos se pusieran a trabajar de una vez en favor de España. "Pero que lo digan de verdad, porque no se puede decir que quieren el pacto y al día siguiente votar en contra". Y puso como ejemplo de esa actitud, en su opinión, poco pactista de los socialistas, su negativa en el Congreso a respaldar medidas tan polémicas como la reforma laboral o la ley Wert, que Cospedal rebautizó como la nueva ley "contra el fracaso escolar".

Dos medidas legislativas que, al margen de espíritus pactistas, los socialistas han rechazado de plano. Ayer mismo Rubalcaba insistió en la necesidad de revocarlas porque una "solo crea más desempleo" y la otra, la impulsada por Wert, "profundiza en las desigualdades".

Con motivo de la Fiesta de la Rosa que los socialistas vascos celebraron ayer en Durango, Rubalcaba enarboló la bandera de la oposición responsable que tiende la mano al Gobierno en momentos tan delicados. El líder socialista volvió a proponer un pacto, pero marcó unas líneas rojas innegociables que gravitan en torno a la igualdad y a una mejor política social. Por eso, mostró su rechazo frontal a la ley de Educación, que los socialistas ven como un despropósito del Gobierno, y se negó a un nuevo endurecimiento de la legislación laboral que pase por más abaratamiento del despido.

EL PRECEDENTE En la Moncloa desconfían del verdadero talante negociador de Rubalcaba y sostienen algunas fuentes que cuando descolocó al Gobierno con su propuesta de un gran pacto económico contra el paro, en realidad lo que pretendió era desviar la atención de la crisis interna del PSOE.

En cualquier caso, cuando socialistas y populares han querido realmente llegar a acuerdos lo han conseguido. Así, la semana pasada lograron acercar posiciones respecto a la nueva estrategia nacional de Defensa y también se aproximaron en los contenidos que se incluirán en la ley de Trasparencia.