El comité ejecutivo del PP decidió ayer aprovechar el eco mediático provocado por la reciente detención de la cúpula de Batasuna para, una vez más, tratar de poner en un brete al presidente por su estrategia antiterrorista. Así, los populares volverán a intentar la derogación en el Congreso de la resolución que posibilitó el diálogo con ETA y, de paso, lanzar una advertencia a Zapatero: Si quiere demostrar a la sociedad española que "de verdad" ha cerrado la puerta a la negociación con la banda, está "obligado" a respaldar esta iniciativa.

Pero no fue esta la única exigencia ligada a la lucha antiterrorista que los populares trataron de hacer llegar al Ejecutivo. El secretario general del PP, Angel Acebes, pidió que se inicien ya los trámites de ilegalización de ANV y EHAK, que calificó de "tapaderas" de Batasuna. Acebes también explicó que, en el discurso que había pronunciado Rajoy a puerta cerrada ante sus compañeros de partido, sostuvo que Zapatero no debería recibir en la Moncloa al lendakari, ya que, para el líder popular, el único objetivo de su visita es "desafiar" al Estado.