El PP reactivó ayer, con duras acusaciones al PSOE y sus socios parlamentarios, la teoría de la conspiración en los atentados del 11-M, después de que el tribunal que juzgará la masacre accediera a citar como testigos a tres miembros de ETA. Pese a que todas las investigaciones policiales y judiciales han atribuido en exclusiva la matanza a terroristas islamistas, el portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Vicente Martínez-Pujalte, afirmó que "se está demostrando que el PP iba en la buena dirección" al vincular a ETA con los hechos.

Martínez-Pujalte sostuvo que al PSOE le "escandaliza" la citación de los etarras, y se preguntó si el partido de Gobierno y sus socios van a "encadenarse" en la Audiencia Nacional para impedir que los tres terroristas declaren. Para el dirigente conservador, la petición de la fiscalía de revisar la situación del etarra José Ignacio de Juana Chaos, quien se encuentra en estado grave de salud por una huelga de hambre, no es más que una "parafernalia" y un "show mediático" del PSOE para desviar la atención de lo que sucede en torno al sumario del 11-M.

Ofensiva Desde la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero en las elecciones del 14 de marzo del 2004, el PP ha mantenido vivo el argumento de que ETA tuvo alguna responsabilidad en los atentados de Madrid, ocurridos dos días antes de los comicios. Los populares han pretendido así dos cosas: demostrar que el anterior presidente, José María Aznar, no mintió al atribuir la matanza a los etarras, y lanzar insidias contra el PSOE sugiriendo una oscura conspiración sobre lo ocurrido el 11-M.

Dentro de esa estrategia, al PP le vino como anillo al dedo la decisión de la sección segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia, que el martes pasado aceptó la petición de la defensa del presunto autor material de la matanza, Jamal Zugam, de citar en calidad de testigos a los etarras Henri Parot, Irkus Badillo y Gorka Vidal. Los tres estaban en prisión en el momento de los atentados. Los dos últimos fueron detenidos en relación con el caso de la furgoneta con 536 kilos de explosivos que se dirigía a Madrid el 29 de febrero del 2004, en lo que se llamó la "caravana de la muerte". "Algún fundamento habrá para citarlos", insistió ayer Martínez-Pujalte, quien advirtió de que su grupo va a estar "pendiente todos y cada uno de los días del juicio" del 11-M, cuyo inicio se prevé para el 15 de febrero. El portavoz parlamentario del PSOE, Diego López Garrido, criticó al PP por considerar "buenas" las decisiones judiciales que le son favorables a sus intereses, y "malas" las que no apuntalan su estrategia.