La noche electoral en Madrid fue más reñida de lo que se esperaba pero al final el PP logró la mayoría necesaria para gobernar por sólo un escaño de diferencia con la alianza de izquierda de PSOE e IU. Mientras al cierre de los colegios electorales, los primeros sondeos daban una importante ventaja a la candidata popular, Esperanza Aguirre, frente al socialista Rafael Simancas, hacia las 22.00 el PSOE recuperó terreno. Al cierre de esta edición y con un 96,1% de los votos escrutados, Alberto Ruiz-Gallardón, como presidente en funciones de la Comunidad de Madrid, informó de que los populares obtendrían 56 escaños frente a los 55 que obtuvo en las autonómicas de mayo, el PSOE bajaría dos escaños logrando 45 e Izquierda Unida (IU) conseguiría 10, uno más que en la anterior convocatoria. Así, la izquierda (PSOE e IU) sumaría 55 escaños frente a los 56 del PP. Estas cifras señalan la mayoría absoluta del PP que daría a Aguirre la presidencia de la comunidad autónoma."CERRAR HERIDAS"En una breve comparecencia en la sede de la Presidencia madrileña, Ruiz-Gallardón, anunció poco antes de las once de la noche la victoria popular y dijo que era "el momento de cerrar heridas". El presidente en funciones de la comunidad, que siguió el escrutinio desde su despacho, compareció públicamente nada más conocer que el PP obtenía la mayoría absoluta para trasladar su "más cercana, cómplice y feliz felicitación" a su compañera de partido Esperanza Aguirre. No fue hasta las 23.30 de la noche cuando la ganadora salió al balcón de la calle Génova de la sede madrileña del PP. Aguirre, exultante, dio las gracias a todos y dijo que habían ganado "con más apoyos y más escaños". Arropada por Mariano Rajoy, Rodrigo Rato y Javier Arenas, la candidata agradeció la victoria a "todos los que nos han votado y a los que no lo han hecho".Aguirre añadió que un partido "dialogante y centrado" gobernará para "todos los madrileños". A continuación tomó la palabra Rajoy, quien recibió sonriente gritos de los militantes congregados ante la sede popular que coreaban "presidente, presidente". El sucesor de José María Aznar y candidato a la Moncloa para las elecciones del próximo marzo, también agradeció el esfuerzo realizado a todos los militantes Anoche, el PSOE aguantó con la boca sellada el recuento de infarto. Ni los datos negativos de primera hora, ni las expectativas favorables que se fraguaron hacia las diez de la noche rompieron el pacto de silencio. El secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero y su núcleo duro siguieron un escrutinio cuya singular traslación a la opinión pública levantó serias reticencias.Rafael Simancas no apareció hasta pasadas las 23.30 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. El candidato socialista dio las gracias por el "respaldo, afecto y cariño" recibidos. Recordó el malestar por los hechos que han conducido a repetir las elecciones y culpó de ello a la abstención. Remarcó el "importante apoyo popular" recibido por los socialistas en estas elecciones y dijo que el porcentaje de votos obtenidos era una cifra muy importante. Simancas añadió que su partido no "defraudaría a los madrileños" y llamó a los militantes a estar "orgullosos de vuestro trabajo". Se congratuló, además, de la "gran campaña" llevaba a cabo.TAMAYO Y SAEZPor otra parte, el tránsfuga del PSOE Eduardo Tamayo y su compañera de fuga, María Teresa Sáez, que concurrían a las elecciones con su partido Nuevo Socialismo, sólo cosecharon ayer 6.000 votos, insuficientes para conservar los escaños que ambos obtuvieron en mayo con la candidatura socialista. Tamayo, que con su traición dinamitó la mayoría de izquierdas surgida de las urnas en mayo, acudió a votar a un colegio electoral de Chamberí (Madrid) a las 19.30 horas, poco antes del cierre de las urnas. Escoltado por dos guardaespaldas, fue increpado con gritos de "vendido" "sinvergüenza" y "chorizo".