El PP retomó ayer, tras un paréntesis de silencio, el caso Sitel . "Hay miles de españoles que han sido investigados y no lo saben", recordó ayer el vicesecretario de comunicación de los conservadores, Esteban González Pons. Como si de un eslogan publicitario se tratara, el dirigente popular afirmó: "Te graba la vida y no lo sabes".

Sitel es un sofisticado programa informático de intervención telefónica que encargó el Gobierno cuando Mariano Rajoy era ministro del Interior, pero que finalmente fue puesto en funcionamiento cuando José Luis Rodríguez Zapatero ya estaba instalado en la Moncloa. El PP, pues, conoce muy bien sus prestaciones, y por ello asegura que deben ser acotadas a través de una ley orgánica que regule su uso.

"Aceptamos y nos parece bien que exista ese sistema para luchar contra el terrorismo y contra el narcotráfico, pero es inaceptable que al resto de los ciudadanos se nos grabe como si fuéramos narcotraficantes o terroristas", dijo González Pons.

El diputado conservador también recordó que con el Sitel no solo se graban las conversaciones de un sospechoso, sino que se identifica de forma automática a cualquier persona que hable por teléfono con él, la ubicación geográfica de ambos en el momento de la llamada, el contenido de los SMS y sus respectivos perfiles en internet, "desde el número secreto de la cuenta bancaria, hasta las páginas de ocio que se visitan".

Todos esos datos construyen, sostiene el PP, "dos retratos, uno biográfico y otro psicológico", que se almacenan en ordenadores "que no han sido sellados digitalmente y donde se conservan para siempre". "Algún día", advirtió González Pons, se deberá reclamar al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que haga pública la relación de personas investigadas "sin orden judicial" por el simple hecho de haberse puesto en contacto con alguien que las Fuerzas de Seguridad del Estado ven sospechoso.

La capacidad del Sitel de intervenir llamadas telefónicas es ilimitada. ¿Un ejemplo? El caso Gürtel . El PP, no obstante, niega que su oposición al uso que se hace de ese programa sea en realidad una estratagema destinada a pedir la nulidad de las pruebas obtenidas en el marco de esa investigación. El caso Gürtel , según González Pons, "es uno de los episodios, desde el punto de vista procesal, más injusto de los 30 años de democracia". Las filtraciones de conversaciones grabadas a los implicados solo han pretendido, apuntó, dañar la imagen de su partido.