La dirección del PP ha decidido reorientar la estrategia electoral que había preparado durante los últimos meses para afrontar las próximas elecciones autonómicas y municipales, que quería convertir en una primera ronda de las generales. A partir de ahora, los ataques más duros del PP no se dirigirán únicamente al actual presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sino que se extenderán al resto de dirigentes socialistas, especialmente a aquellos cuyos nombres se incluyen ya en todas las quinielas sucesorias, como Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón."En los próximos días, nos toca insistir ante los ciudadanos en que venga quien venga, si es del PSOE, será más de lo mismo en listas del paro o crisis económica", subrayan fuentes populares que, además, admiten que junto a la economía, el caso Faisán y el proceso de paz que tuvo lugar la legislatura pasada se convierten en ejes fundamentales de su discurso oficial. Se da la circunstancia de que el citado caso y las actas que ETA elaboró tras la anterior negociación son la artillería con la que el PP ha estado atacando en los últimos meses a Pérez Rubalcaba, vicepresidente, titular de Interior y el primer socialista del que se empezó a hablar, con cierta insistencia, como sucesor en el cargo de Zapatero.No obstante, los populares decidieron el pasado jueves intentar salpicar también a Chacón, la titular de Defensa, con esos asuntos, dado que el titular de Interior del PP, Federico Trillo, exigió que dé explicaciones sobre el papel que jugó el CNI en el periodo en el que hubo conversaciones con la organización terrorista, a pesar de que por entonces (1995-1997) ella no era la responsable de los espías.Contra Rubalcaba y ChacónAsí las cosas, a partir de ahora será habitual escuchar a todos los candidatos y cargos relevantes conservadores atacar sin disimulos a Rubalcaba, Chacón y todo aquel socialista que se convierta en sospechoso de poder ser el próximo contrincante de Mariano Rajoy en unas generales. De momento y para salir del paso del anuncio de Zapatero, varios dirigentes del PP salieron en tromba a exigir un adelanto electoral.