Un veterano del PP recuerda que cuando Soraya Sáenz de Santamaría perdió las primarias todos le afearon que no hubiera defendido al partido cuando era vicepresidenta del Gobierno. Y una crítica similar, se teme ese político, podrá recibir Pablo Casado si no logra gobernar la Moncloa. El nuevo líder está desoyendo muchas de las indicaciones que le han planteado las organizaciones provinciales para hacer las listas de las elecciones del 28 de abril y tampoco está mimando a dirigentes con una responsabilidad y un papel relevantes en los últimos años. Casado y su núcleo duro están tomando poca nota de las sugerencias externas, se han quejado a este diario populares de varias autonomías. Y las consecuencias por ahora son tres: el retraso en la presentación de los equipos completos al Congreso y al Senado, rectificaciones con discreción y portazos. La «renovación tranquila» que auguraba el nuevo líder no está siendo tal.

El PP solo ha anunciado los números uno de cada provincia para la Cámara baja, pero faltan los que les acompañarán y, también, quién hará tándem con el propio Casado en la lista de Madrid. Tampoco se conoce el equipo de la Cámara alta, pese a que la intención era darlo a conocer este miércoles. Las presiones para colocarse en una buena posición es imperativa ya que algunas encuestas, como la de EL PERIÓDICO, prevén una caída de los 134 escaños actuales a 75. «Hay sitio para todos», dijo Casado el lunes admitiendo los codazos. El líder del PP se siente «legitimado» para colocar a los suyos tras las primarias y niega la «purga». Eso los del PSOE y los de Cs, alega.

AMPLIA DEPURACIÓN / La depuración de candidatos ha sido amplia: han quedado 9 cabezas de listas de las 52 de Mariano Rajoy. El máximo dirigente de los conservadores, con su secretario general, Teodoro García Egea; el vicesecretario de Organización, Javier Maroto, y el jefe de su gabinete, Javier Fernández-Lasquetty, están aupando a los que apoyaron a Casado en las primarias o a fichajes mediáticos (como Juan José Cortés, por Huelva, y Cayetana Álvarez de Toledo, por Barcelona), desplazando a personas de larga trayectoria y puntales en los territorios.

Las tensiones internas se están dando en, al menos, Cataluña, Aragón, Baleares, Castilla y León y Andalucía. En Cataluña se ha quedado en la estacada Dolors Montserrat, que daba por hecho que iba a de cabeza por Barcelona tras ejercer de portavoz en el Congreso. Su nombre ha entrado en las quinielas para las europeas de mayo, cuyas listas se conocerán dentro de unas semanas y en las que se acumulan peticiones de los descartados. Siguen sin hueco en este nuevo PP Enric Millo, José Luis Ayllón, Alicia Sánchez Camacho y Alberto Fernández Díaz.

«Génova no está guardando ni las formas. Anunciaron el nombre de Álvarez de Toledo, que ha alabado a Manuel Valls, cuando ni siquiera se había reunido el comité electoral provincial», denuncia un dirigente catalán. Eso sí, en este caso, aseguran varias fuentes, el fichaje se ha hecho con el respaldo del líder del PPC, Alejandro Fernández.

FLORIANO, AL SENADO / Casado también anunció ayer que el extremeño Carlos Floriano, que fue cabeza de lista al Congreso por la provincia de Cáceres en las anteriores elecciones, irá ahora en la del Senado por la misma provincia. Floriano ha sido vicesecretario general del partido, cargo que cedió a Casado tras la renovación que hizo Rajoy. También fue candidato del PP a la presidencia de Extremadura. Casado y padre de dos hijas, es profesor de la UEx.

Por otra parte, en Aragón, ha habido cambios en las tres provincias y en Baleares, se ha rectificado, con discreción, el anuncio de Génova. Finalmente no será Maria Salom la que lidere la lista al Congreso, sino Marga Prohens. Salom encabezará la del Senado. En Castilla y León y en Andalucía se han deseplazado personas clave en la anterior etapa. En Andalucía solo repite Carlos Rojas, por Granada. Han saltado los exministros Fátima Báñez y Juan Ignacio Zoido.