El gesto testimonial de José María Aznar de ocupar el último puesto de la candidatura del Partido Popular al Ayuntamiento de Bilbao ha funcionado como un acicate entre los afiliados. La decisión del presidente del Gobierno ha sido imitada por alrededor de 1.500 militantes que, hasta el día de ayer, se han mostrado dispuestos a completar las listas municipales en localidades vascas, aunque no estarán en puestos de salida.

Este "reclutamiento de voluntarios", en palabras del coordinador de organización del PP, Pío García Escudero, tiene un tope de fecha, así como una cantidad limitada. La dirección de los conservadores ha establecido el límite de espontáneos en 2.000 y tiene previsto cerrar el cupo en la segunda quincena del mes de febrero.

Hasta hace diez días, medio centenar de parlamentarios de las Cortes se había ofrecido para ir en las listas del Partido Popular de Euskadi, cuya dirección quería evitar la imagen de un desembarco de Madrid que sería perjudicial tanto en la campaña como en los resultados finales.