La comparecencia del expresidente de Caja Madrid y de Bankia Rodrigo Rato en el juicio por las tarjetas 'black' ha dejado sombras de dudas en muchas de las preguntas que le formuló el fiscal Anticorrupción. En algunos de los aspectos más espinosos de la utilización de tarjetas opacas al fisco pasó de puntillas, tiró pelotas fuera o apuntó a otros directivos como responsables. Rato se enfrenta a una petición de 4,5 años de cárcel por parte del fiscal.

1. ¿Con qué fin se distribuyeron las tarjetas opacas entre consejeros y altos directivos de la entidad?

La respuesta de Rato a esta pregunta básica del fiscal Anticorrupción, Alejandro Luzón, siguió la misma línea de la defensa del expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa. "Las tarjetas eran un incentivo perfectamente legal", aseguró Rato, que añadió que se trataba de una práctica común en el sector financiero. Sin embargo, en el 2012, cuando Rato era presidente de Bankia, se modificó la tarjeta de forma urgente, justo antes de que el Gobierno limitara el sueldo de directivos de entidades con fondos públicos. “No era mi intención romper los limites legales”, indicó.

2. ¿En qué acta del consejo de administración de la entidad o en qué estatutos aparecen estas tarjetas?

El exvicepresidente del Gobierno y exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) pasó por alto esta cuestión. En cambio, Blesa sí dio detalles: las tarjetas se aprobaron en acuerdos del consejo de 1988 y de 1995.

3. ¿Quién decidía quién era beneficiario de una de esas tarjetas?

El imputado escurrió el bulto en esta pregunta. A partir del 2012, cuando Rato presidía Bankia, la nueva tarjeta se limitó al presidente, el consejero Manuel Fernández Norniella y los directivos Matías Amat e Ildefonso Sánchez Barcoj. También se entregó una de estas tarjetas al consejero ejecutivo Francisco Verdú que, sin embargo, no la usó en ningún momento.

4. Si se trataba de una retribución, ¿por qué algunos meses, coincidiendo con la Navidad o el verano, los consejeros pedían que se les subiera el límite?

Rodrigo Rato explicó que tenían un límite anual de gasto fijado antes de su llegada a la entidad y que nunca modificó hasta la integración en Bankia, en que procedió a reformular la tarjeta.

5. ¿Por qué algunos beneficiarios de las 'black' podían sacar efectivo y otros no, si se trataba de retribuciones?

No dio respuesta a esta duda formulada en la investigación sobre los 65 imputados por las tarjetas 'black'. Rato realizó 16 extracciones de cajeros automáticos (de 1.000 euros cada una de ellas, 16.000 euros en total) así como decenas de pagos menores en restaurantes y tiendas por un importe global de 99.054 euros.

6. Si eran retribuciones, ¿por qué no se incluían en el certificado de haberes que la entidad enviaba a final de año?

En relación a la ausencia de las tarjetas en el último informe de retribuciones de Bankia, Rato aseguró: "Nunca le di ninguna instrucción sobre estas tarjetas a ninguno de los dos secretarios generales que tuve (Enrique de la Torre e Ignacio de Navasqüés) ya que me pareció que sus informes eran exactos". El fiscal afeó que se ampare en la responsabilidad de las personas que prepararon estos documentos y no en la del consejo de administración, que debió revisar el contenido de éstos antes de proceder a su aprobación.

7. ¿Por qué no se declaraban a Hacienda?

No dio una respuesta clara a esta pregunta del fiscal y se limitó a asegurar que desconocía la opacidad de las tarjetas ante Hacienda. Rato aseguró que nadie, "ni de Caja Madrid ni de ningún organismo externo", mencionó nunca problema alguno, y añadió que conoció las supuestas irregularidades "como el resto de los españoles", tras la denuncia presentada por el actual equipo de Bankia ante el FROB. Además, indicó que la entidad se deducía esos gastos del impuesto de sociedades.

8. ¿En qué se basó para seguir con la práctica puesta en marcha por Blesa?

Rato basó una buena parte de su defensa en intentar marcar diferencias entre las tarjetas durante el mandato de Blesa, que eran un incentivo salarial, y las que puso en marcha él, que calificó de "instrumento de liquidez". “Era una tarjeta contra mi retribución, no era una retribución adicional”, dijo.

9. ¿Qué le llevó a extender esta práctica de Caja Madrid a las otras seis cajas con las que se constituyó Bankia?

No hubo respuesta clara a esta cuestión derivada de la integración en Bankia de otras entidades financieras.

10. ¿Cómo justifica los 2,7 millones de euros gastados con las 'black' bajo su presidencia?

Tampoco hubo respuesta a esta cuestión más allá de reiterar que eran retribuciones que iban a cargo de las remuneraciones de los beneficiarios. Entre enero del 2003 y mayo del 2012, se cargaron contra estas tarjetas gastos por un total de 12,04 millones de euros.