El presidente del Gobierno, José María Aznar, considera que el plan del lehendakari Juan José Ibarretxe es "la mayor agresión que ha sufrido la Constitución desde 1978". Así lo manifestó ayer durante la recepción ofrecida por el Congreso con motivo del 25º aniversario de la Carta Magna. Aznar aprovechó las preguntas formuladas sobre la reforma constitucional para descalificar reiteradamente la propuesta de Ibarretxe y acusar de "desleal" al PNV.

"VOLVER A LAS ANDADAS" El presidente comenzó rechazando de plano cualquier reforma que afecte a la unidad de España y a los ejes básicos del pacto de 1978, porque "puede abrir un conflicto político que realmente no sabemos donde termina". Y fue elevando el tono de sus declaraciones. "Cuando se plantea --dijo-- una reforma constitucional para la segregación de una parte de España, para que alguna parte de España diga que quiere declararse independiente, se está afectando a las bases mismas de los elementos constituyentes de convivencia y se está rompiendo el acuerdo de 1978".

Aznar tildó de "desleal" al PNV, dijo que "lo que pretenden es volver a las andadas" y consideró una "frivolidad" decir que "no pasa nada". "No se puede decir que no pasa nada porque lo que algunos plantean es un cambio de régimen y pasa mucho, eso pasa por romper la unidad del país". Tras recordar que la mayoría de los españoles rechaza "la ruptura de España", justificó la tipificación penal de la convocatoria de una consulta popular, como pretende Ibarretxe, "como medida disuasoria para que no se produzca".

"REFORMA FRAUDULENTA" José Luis Rodríguez Zapatero se distanció del ataque furibundo del presidente contra el plan Ibarretxe recordando que la reforma del Código Penal aprobada por el Gobierno es "imprudente y equivocada". El líder del PSOE insistió en que la reforma se ha hecho "vulnerando los principios básicos de cómo hay que legislar en democracia", con una enmienda de última hora en el Senado y sin consultar al Consejo del Poder Judicial. "Es una reforma fraudulenta", sentenció.

El secretario general del PSOE mostró un empeño especial en desvincular esa reforma del pacto antiterrorista. "Se trata --dijo-- de una reforma contra el plan Ibarretxe y no afecta al acuerdo por las libertades y contra el terrorismo, que, por mi parte, durará hasta que no termine ETA".

El dirigente socialista pidió una vez más que la comisión de seguimiento del pacto antiterrorista se reúna antes de fin de año o en enero próximo para hacer balance en su tercer aniversario. El PSOE pretende que, gracias al eco de esa reunión, el terrorismo quede excluido de la lucha electoral. Pero el presidente del Gobierno no consideró necesario celebrar una reunión.