El arresto del presidente de la AUME, Jorge Bravo, ha sido uno de los más llamativos de los últimos tiempos. El brigada fue privado de libertad un mes y un día por unas declaraciones sobre el accidente del Cougar que en el 2005 costó la vida a 17 militares en Afganistán. La sanción le fue comunicada cinco días después de participar en la protesta de guardias civiles que, tricornio en mano, reclamó en enero pasado la supresión de los arrestos. Bravo fue castigado también por implicarse en la marcha.

El brigada solicitó la revisión de la sanción, aduciendo que los arrestos violaban los derechos humanos fijados por la Unión Europea. El contestó que "no se podía privar al Ejército de una herramienta tan principal para aplicar disciplina", explica su abogado, Mariano Casado. En estos momentos ha recurrido ante Defensa.