El breve encuentro que mantuvieron la noche del martes José Luis Rodríguez Zapatero y George Bush en Nueva York se limitó a un simple apretón de manos, que no dio pie a la más mínima conversación. Tras su discurso ante la ONU, el presidente español modificó su agenda y, en lugar de ir al aeropuerto, se encaminó al Hotel Waldorf Astoria, donde Bush ofrecía un cóctel a los líderes mundiales.