Pedro Sánchez subió a la tribuna del Congreso de los Diputados para hablar de Europa y del brexit. Pero entre sus primeras palabras encontró un hueco para Cataluña. Para la Diada. El presidente del Gobierno en funciones expresó que «ojalá» llegue «pronto» un día en el que esa celebración sea de «de todos los catalanes y todas las catalanas».

Un mensaje que provocó el enfado del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que exigió dejar de hablar de futuribles y empezar a trabajar para que ese día llegue cuanto antes. Horas más tarde, el líder del partido naranja envió una carta al presidente para pedirle una reunión en la que abordar la aplicación inmediata en Cataluña del artículo 155 de la Constitución.

«Es un día especialmente importante y señalado para un territorio de nuestro país -apuntó Sánchez al inicio de su intervención-, un territorio que estimamos, que respetamos y que reconocemos, como es Cataluña». «Ojalá llegue un día», continuó, «en el que la Diada sea la fiesta de todos los catalanes y todas las catalanas [...] Ojalá ese día llegue pronto». Así cerró su discurso sobre la Diada y, casi, Cataluña.

reproches de Rivera / Sin embargo, resultó suficiente para que el dirigente de Cs descargara una retahíla de reproches contra el líder de los socialistas: «Un presidente del Gobierno no puede decir ojalá, usted no es un cantante -en referencia a Juan Luis Guerra y su Ojalá que llueva café- ni un comentarista de la actualidad». «Usted es el presidente en funciones de nuestra nación y tiene que hacer cumplir la Constitución en Cataluña», concluyó Rivera.

Además, con la excusa de la Diada, Rivera puso ya por la mañana sobre la mesa su petición de aplicar el 155 y de reformar el sistema de euroórdenes para poder detener y juzgar en España al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont.

Hasta la Cámara baja llegaron también las diferencias entre JxCat y ERC. Ambas formaciones venían lamentando la fecha escogida para celebrar el pleno. Sin embargo, posconvergentes y republicanos optaron por seguir diferentes vías para expresar su malestar. Mientras Gabriel Rufián y el resto de diputados de ERC continuaron con la costumbre de ausentarse del hemiciclo para conmemorar el Onze de Setembre, JxCat aprovechó el altavoz de la tribuna para defender la celebración de la Diada.

«Escuche a los catalanes en una nueva Diada multitudinaria y pacífica», le espetó la portavoz de JxCat, Laura Borràs, a Sánchez antes de denunciar la falta de diálogo entre el Ejecutivo estatal y el Govern.

«Creemos que la represión es el peor de los caminos para solucionar conflictos políticos», afirmó para, momentos después, lamentar que los dirigentes presos puedan ser condenados. Un discurso que la portavoz remató apuntando que «ni la represión ni el exilio» acabarán con las ansias independentistas.