Roger Torrent i Ramió (Sarrià de Ter, 1979) ha sido elegido como el decimoquinto presidente del Parlamento catalán, el más joven de la historia de la institución catalana. A pesar de sus 38 años, Torrent no es una cara del todo desconocida para la ciudadanía catalana. El actual alcalde de Sarrià de Ter (Gerona) es un hombre de partido y político profesional, criado y madurado dentro de las filas de ERC y con, al menos, una de las virtudes sugeridas por su antecesora, Carme Forcadell: Llega «sin procesos judiciales abiertos».

Torrent será el séptimo representante de Esquerra Republicana de Catalunya en presidir el Parlament, si tenemos en cuenta que Carme Forcadell lo hizo en nombre de JxSí. Político criado y madurado en la cantera republicana, Torrent comienza a militar en sus juventudes en 1998 y salta a Esquerra en el año 2000. Un año antes ya encabezó las listas del partido para la alcaldía, siendo escogido concejal. Durante su carrera política, que suma a día de hoy 18 años de experiencia, ha compaginado diferentes puestos, tanto internos del partido como en instituciones públicas.

En el 2000 ocupa el cargo de secretario de política parlamentaria regional en Gerona hasta 2008, solapándose en el 2007 con la alcaldía de Sarrià de Ter. Torrent ha compaginado la política municipal con la nacional, siendo, además de alcalde, miembro de la ejecutiva de la Asociación Catalana de Municipios (ACM), una de las puntas de lanza del independentismo en la esfera municipal, junto a la AMI.

Torrent ha ido sumando galones y se estrenó como diputado en las autonómicas del 2012, cuando encabezó la lista de ERC por Gerona. Politólogo de formación, fue uno de los portavoces de JxSí en la pasada legislatura y, dentro de sus actuaciones, una de las más recordadas probablemente sea la que pidió la votación secreta en la declaración unilateral de independencia.

Aupado tras un debate

Durante la campaña, tras el paso a un lado de Marta Rovira en algunos debates y entrevistas, fue Torrent, junto a Carles Mundó, quien defendió los postulados de ERC. No promete la suya una presidencia del Parlament fácil, ya que arranca en el próximo pleno con el controvertido intento de la investidura desde Bruselas de Carles Puigdemont, lo que exigirá, como mínimo, de una interpretación favorable de la Mesa del Parlament. Algo por lo que su antecesora, Forcadell, está siendo investigada por el Supremo.