A medida que se acerca la entrevista entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy se amplía la brecha que los separa en materia económica. Mientras los equipos del jefe del Ejecutivo y del presidente del PP buscan una fecha para un encuentro monográfico sobre la crisis, ayer, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, ambos líderes exhibieron profundas discrepancias. Compitieron en atribuir menos parados a sus gobiernos y en cómo generar empleo en tiempos de crisis. Rajoy reprochó al Ejecutivo que suban un 24% las prestaciones por desempleo para el 2009 y desciendan las políticas activas de ocupación. Concluyó, una vez más, que la política económica del Gobierno es "un auténtico fracaso" y genera más déficit, desempleo e impuestos. Zapatero recogió el guante y respondió que no le extrañaban las críticas porque el Gobierno de José María Aznar fue el responsable del "decretazo" para recortar derechos a los parados. El presidente recordó que, en tiempos del Gobierno conservador, el paro estaba en tasas superiores a las actuales. Desde los escaños del PP se replicó que con Felipe González se llegó al 23%. Horas después --ya en Rusia--, Zapatero confirmaba que busca fecha para verse con Rajoy y pedirle, en un clima más sosegado y apartado de rifirrafes parlamentarios, opinión sobre cuestiones estructurales de economía. Y mientras siguen cotejando agendas, el vicepresidente Pedro Solbes y el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, han quedado en verse, la próxima semana, para ir preparando la reunión de sus jefes.

PREVISIONES Montoro explicó, entre otras cosas, que quiere discutir con Solbes sobre las previsiones oficiales para el año próximo, especialmente las que conciernen a la Seguridad Social, además de estudiar el origen de la crisis y proponer "rectificaciones". De que las haya, dijo, dependerá que el Ejecutivo cuente o no con el aval del PP.