José Luis Rodríguez Zapatero no prevé por el momento una "intervención directa" en la negociación sobre la reforma del Estatuto catalán, pese a los llamamientos de ERC para que actúe como mediador. El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, dejó así sentada la posición del presidente no sólo ante los requerimientos de los republicanos, sino también frente a los ofrecimientos de Mariano Rajoy para que el Gobierno pacte un Estatut con el PP.

Moraleda opinó que, mientras algunos ven el "vaso medio vacío", el Gobierno es "más optimista" y lo aprecia "medio lleno". "El hecho es que, se mire como se mire, el vaso está a la mitad", concluyó.

LA PETICION DE ERC La participación directa de Zapatero en el proceso negociador había sido solicitada el lunes por Joan Puigcercós, secretario general de ERC, y 24 horas después reiterada por su presidente, Josep Lluís Carod-Rovira, quien dijo que ha llegado el momento de que Zapatero "convoque en las próximas semanas una reunión de líderes políticos catalanes".

CiU es la principal fuerza reacia a estas reuniones. Ayer, representantes de la federación se reunieron con los del Gobierno en la Moncloa. Hoy serán los negociadores de ERC, por la mañana, y los de ICV, por la tarde, los que se sentarán con Caamaño.

Pero ya ha habido avances. Así, por ejemplo, en cuanto a la definición de Cataluña, fuentes conocedoras de los contactos aseguraron ayer que se está buscando una fórmula para encajar el término "nación" en el articulado, y no sólo en el preámbulo, como quería el PSOE.

La fórmula no sería tan rotunda como la recogida en el proyecto catalán, que en su artículo primero reza que "Cataluña es una nación", redactado que el PSOE juzga inconstitucional.