No es lo mismo reconocer "errores" en la posguerra iraquí, como hizo el lunes José María Aznar, que abominar de la ocupación militar. La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, lo entendió ayer tras llevarse una seria reprimenda del presidente por haber reconocido que "la vida cotidiana, sobre todo en Bagdad, está en condiciones peores de lo que estaba con Sadam Husein".

"Una cosa es decir que en Irak hay problemas y otra distinta decir que globalmente, cuando no existe un tirano que asesina, tiene campos de exterminio y no deja expresarse a las personas, la situación no es objetivamente mejor", respondió Aznar al ser preguntado por las controvertidas manifestaciones de su ministra. El presidente sólo reconoció que en Irak hay un "problema de seguridad", del que culpó a "residuos del antiguo régimen y terroristas llegados de fuera".

´CASO COUSO´ Horas más tarde, en el Congreso, el PP volvió a quedarse sólo al vetar, en plena bronca parlamentaria, un texto en el que todos los grupos de la oposición instaban al Gobierno a condenar, investigar y promover un juicio sobre el asesinato en Bagdad de José Couso, cámara de Tele 5, a manos del Ejército de EEUU.