El presidente del tribunal del 11-M, Javier Gómez Bermúdez, aseguró ayer que se siente tranquilo tras la sentencia del 11-M, a pesar de las críticas que ha generado el fallo judicial.

Por ello, descartó que vaya a pedir el amparo al Consejo General del Poder Judicial por entender que esos comentarios le perturben en su independencia judicial. Fuentes de su entorno han admitido que la resolución judicial adolece de errores que han achacado a la premura con la que ha trabajado el tribunal.

Esas fuentes sostienen que la intención de los jueces era cumplir los plazos marcados para que el Supremo dictara la sentencia firme sobre el 11-M antes de que se cumpliera el cuarto aniversario de la matanza.