Juan José Ibarretxe ofreció ayer a ETA un "final dialogado de la violencia" si la banda manifiesta "de forma inequívoca" su disposición a dar "una oportunidad a la paz". Lo dijo tras mostrarse convencido de que en Euskadi se ha abierto ya el "escenario pos-ETA" y después de sentenciar que la organización terrorista se encuentra ante "su última oportunidad", porque cada atentado que cometa se convertirá en "un paso más" hacia su propia destrucción.

El lendakari estuvo muy cuidadoso en la utilización de las palabras al exponer su ofrecimiento. Ni siquiera exigió a ETA una tregua definitiva antes de dar cualquier paso. Pero Ibarretxe dejó claro que la banda debe de tener presente que "la solución a los problemas políticos les corresponde exclusivamente a los partidos políticos y a la propia sociedad vasca".

El presidente vasco evitó prodigar referencias a la banda terrorista ETA en su discurso, pero sí dio por seguro que la propuesta de nuevo estatuto presentada por su Gobierno contribuirá "decisivamente" a cerrar "las puertas de la violencia".

Subrayó, asimismo, que "ha pasado ya la época" en que la organización terrorista lograba condicionar "la agenda política y social" de Euskadi. Afirmó, también, que "la inmensa mayoría de la izquierda aberzale" rechaza ya el uso de la violencia y el terrorismo.