La presión de los radicales forzó ayer al concejal del PSE en el Ayuntamiento vizcaíno de Elorrio, Adolfo García Herrero, de 70 años, a presentar la dimisión. Se trata del primer abandono de un edil desde que la banda ETA anunciara el pasado junio el cese de los atentados contra los cargos electos del PP y del PSOE.

Desde entonces, han venido disminuyendo las coacciones directas sobre concejales, aunque sin cesar del todo. Las amenazas han persistido, sobre todo, en torno a los cargos municipales socialistas. También las casas del pueblo han sido objeto de ataques periódicos. Ayer mismo, la de Balmaseda (Vizcaya) recibió el impacto de varios botes de pintura sobre su fachada.

JOVENES DE BATASUNA El secretario general de los socialistas vizcaínos, José Antonio Pastor, venía reclamando de Batasuna que aleccionara a sus jóvenes sobre la vía política que dice defender y ayer volvió a señalar al "entorno" de la formación ilegalizada como autor de las últimas amenazas a García Herrero. De hecho, la madrugada del pasado lunes un grupo realizó pintadas ante la casa del veterano presidente de la agrupación socialista de Elorrio llamándole "asesino y fascista". También le advertían: "Lo vas a pagar".

La dirección del PSE y las fuerzas políticas del municipio manifestaron su solidaridad con el edil coaccionado y condenaron las amenazas.