El colectivo de presos de ETA participó activamente en el debate que se abrió en el seno de la banda tras el fracaso de las últimas negociaciones con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, durante la tregua del 2006. Sus reflexiones, con duras críticas a la dirección de la organización terrorista por desaprovechar la oportunidad e infravalorar al Ejecutivo, aparecen en documentos que los encarcelados hicieron llegar a los jefes de ETA y a los que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE CATALUNYA. Los textos prueban que los reclusos etarras, más de 800 en aquellos tiempos, cuestionaron la división interna del grupo armado y de la izquierda aberzale y lamentaron que se hubiera subestimado, como si fueran pardillos recién llegados a "este mundillo", a los representantes del Gobierno. "Puede decirse que menospreciamos las enérgicas y violentas represiones del enemigo", afirma un reo en referencia al Ejecutivo.Otro de los detenidos --que no aparece identificado, al igual que el resto de los encarcelados-- revela que la preparación del último proceso negociador duró "por lo menos cinco veranos". Pese a ello, añade, tras el atentado del 30 de diciembre del 2006 en la T-4 de Barajas "permanecen rotas todas las opciones y los puentes tendidos para retomar la negociación". En cierta manera, los textos avalan la postura que el Gabinete de Zapatero asegura que mantuvo tras la ruptura de la tregua: es decir, que el Ejecutivo volvió a sentarse con la banda, pero sin negociar, porque, como aseguran los presos, el proceso estaba finiquitado.