Entre los mossos d'Esquadra que participaron en los arrestos y toma de declaración de los acusados Mohamed Houli Chemial y Driss Oukabir ha podido prestar declaración la primera víctima directa de los atentados del 17 de agosto de 2017. Carmen Judith Romero Viejo ha explicado al tribunal que preside Alfonso Guevara cómo no ha podido volver a La Rambla desde ese día en que vio cómo una furgoneta aceleraba para embestir a los peatones que como ella cruzaban un semáforo.

Su declaración estaba previsto por videoconferencia, pero al desplazarse a la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares, Guevara ha accedido a que declarara antes que otros testigos previstos y sin que su imagen pudiese captarse por el sistema de grabación del juicio, de la misma forma que comparecen los que tienen la condición de protegidos, dado el estado en que se encontraba. Por ese motivo, mostrando una sensibilidad que no le suele caracterizar, también ha pedido a los abogados brevedad.

Solo le ha preguntado el abogado de la acusación que la representa para reclamar una indemnización. Ella, llorando, pero a la vez con la suficiente entereza para decir explicó cómo ese día cambió su vida, porque no ha vuelto a ser la misma persona.

Relató que cuando venir la furgoneta intentó apartarse junto con la amiga con la que iba, pero no pudieron y esta fue alcanzada en la frente con el retrovisor. Después fueron pisoteadas por las personas que huían del lugar y cuando pudo incorporarse llevó a su amiga, cuya gravedad no podía saber, al punto de La Rambla donde se atendió en un primer momento a los heridos.

PASOS ATRÁS

A continuación continuaron declarando los mossos que estaban citados. Entre ellos los que detuvieron a Driss Oukabir, que ante el tribunal declaró que se dirigía a Comisaría cuando fue detenido, tras ser advertido por su pareja de que lo estaban buscando.

La agente explicó que fueron a buscarle porque un ciudadano le identificó. La primera reacción de Oukabir fue quedarse "muy parado" y al pedirle que levantara las manos y la camiseta, "dio tres paso hacia atrás y estaba como a la defensiva". "Nos dio la impresión de que se podía dar la vuelta. No llegó a correr, a huir, pero dio tres pasos hacia atrás", señaló.

Durante una de estas declaraciones fue cuando se produjo un encontronazo entre el abogado de los padres del niño de tres años muerto en La Rambla, Jaume Alonso-Cuevillas, y el presidente del tribunal, que no permitió preguntar sobre unas actas policiales.