El alcalde de El Ejido, Juan Enciso, entró anoche en la prisión del Acebuche acusado de blanqueo de capitales, malversación de fondos públicos, falsedad, cohecho y tráfico de influencias. La jueza que instruye la supuesta trama de corrupción en el municipio almeriense dictó, además, prisión preventiva para el interventor, José Alemán --considerado principal artífice del saqueo económico--, y el empresario Ambrosio Cuevas, ambos acusados de los mismos delitos, e impuso una fianza de 50.000 euros para un empresario, el cuñado del regidor y el hermano del interventor, que figuraban al frente de las sociedades investigadas.

Con esta decisión, la jueza mandó a prisión a los principales cabecillas de la trama corrupta que funcionaba desde el 2005 en el poniente andaluz y denunciada en numerosas ocasiones por la oposición. La investigación policial ha puesto al descubierto una compleja maraña de relaciones familiares y empresariales que tenían su reflejo en las 15 sociedades que, directa o indirectamente, prestaron servicios al Ayuntamiento de El Ejido y que pudieron desviar hasta 150 millones de euros de las arcas locales desde el 2005.

Todo se orquestaba a través de la empresa mixta de servicios municipales Elsur --participada en un 70% por una filial de la compañía sevillana Abengoa y las cajas andaluzas Cajasol y Cajasur--, que cobraba un canon municipal de 33 millones de euros anuales y llegó a recibir adjudicaciones millonarias a dedo. Esta entidad subcontrataba la realización de servicios en el municipio a una docena de empresas de los cabecillas de la red, que presentaron facturas infladas. Algunas de estas sociedades, como las apoderadas por José Amate --presunto cabecilla de la trama--, pudieron beneficiarse de cerca de 30 millones de euros en apenas cinco años con el sobrecoste de las facturas.

FACTURAS INFLADAS Según denuncia el PP, Elsur pagó 15.000 euros por hacer dos pasos de peatones elevados. Cambiar una baldosa en la plaza mayor costó 2.134 euros, mientras que colocar una bombilla en una taquilla del campo de fútbol supuso un desembolso de 572,43 euros. Y así hasta el esperpento: la lujosa boda en Sevilla de la hija de un empresario se pagó con varias facturas en concepto de congresos de jardinería.