El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña procesó ayer al diputado de ERC y exsecretario general de Economía Josep Maria Jové por los delitos de desobediencia, malversación, prevaricación y revelaciones de secretos por su participación en el 1-O. Se da la circunstancia que Jové es miembro de delegación del Govern en la mesa de diálogo con el Ejecutivo español. El alto tribunal procesó por los mismos delitos al también diputado republicano y exsecretario de Hacienda, Lluis Salvador. La magistrada instructora del caso fija sus declaraciones para el 11 de marzo y acuerda su personación mensual, la retirada de pasaporte y la prohibición de salir de España. Además, les impone una fianza civil de 2,8 millones a Jové y de 1,6 a Salvadó. La jueza entiende que Jové «tuvo una participación activa» en la preparación del 1-O y «en otros actos ilícitos». Y considera acreditado que el exalto cargo obtuvo datos de ciudadanos que no podían ser facilitados ni tratados, para lo que carecía de competencias.

El auto detalla que Jové «desoyó los mandatos del Tribunal Constitucional» interviniendo en la búsqueda de locales donde debía llevarse a cabo el 1-O. La togada argumenta que, tal y como se recoge en la agenda Moleskine de Jové y en las anotaciones de Enfocats (documento considerado la hoja de ruta hacia la independencia) , este procesado «conoció y autorizó» gastos para referéndum, en una cantidad superior a los 2.100.000 euros.

PUIGDEMONT / Por su parte, el expresidente de la Generalitat y eurodiputado de JxCat, Carles Puigdemont, llegó ayer a la zona de Perpiñán (Francia) expresando su emoción por haber «entrado en Cataluña». Puigdemont protagonizará hoy un acto denominado Consejo por la República. Puigdemont aterrizó en Carcasona a primera hora de la tarde, protegido por su inmunidad como eurodiputado. El expresident se ha visto con ánimo suficiente para pisar suelo francés y se espera que hoy en Perpiñán contribuya a aclarar el horizonte electoral de JxCat, su formación política