Los ocho procesados del 11-M que mantenían la huelga de hambre abandonaron ayer la protesta tras "constatar que su postura podría ser interpretada como un elemento más de presión" en el juicio, según un comunicado difundido por sus abogados. La nota sostiene que los propios letrados también influyeron en la decisión, al requerir a sus defendidos que levantaran la huelga porque necesitan su colaboración "en plenas facultades".

La nota insiste en que los acusados iniciaron la protesta por "la desesperación" que sienten al ver cómo la "presión mediática y política" ha transformado su presunción de inocencia en presunción de culpa.