Al equipo de Mariano Rajoy le ha sorprendido el revuelo formado en torno a su propuesta de acometer una reforma institucional y administrativa para que "no se solapen los ámbitos de decisión" entre el Estado, las autonomías y los ayuntamientos. Especialmente porque recalcan que ya la habían presentado en el Congreso de los Diputados e, incluso, se lo habían propuesto al presidente del Gobierno en el Senado a través de su portavoz en la Cámara, Pío García Escudero. "No puede haber tres ventanillas para trámites similares. ¿Soy el único que piensa que España necesita una reforma institucional y administrativa profunda?", se pregunta Rajoy en un comentario que ha colgado en su página de Facebook.

A juicio de los conservadores, España tiene un cuerpo administrativo "excesivo", aún más en tiempos de crisis como los actuales, y conviene racionalizarlo y definir qué competencias debe asumir el Estado, cuáles los gobiernos autonómicos y de cuántas deben hacerse cargo los consistorios, a fin de evitar el derroche, dicen, ofreciendo un mismo servicio desde ámbitos administrativos distintos.

Pero no solo estas tesis del líder conservador han causado revuelo. También su advertencia de que reformará la ley de los matrimonios homosexuales a pesar de que el Tribunal Constitucional la valide.

RESPUESTA SOCIALISTA Los socialistas, que llevaban meses acusando a Rajoy de tener una "agenda oculta", se han agarrado ahora cual clavo ardiendo a la propuesta del PP de racionalizar la Administración. Según el PSOE, los populares están utilizando paños calientes para referirse, realmente, a la "involución" autonómica. Los conservadores lo niegan. De hecho, el portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero, afeó al presidente José Luis Rodríguez Zapatero que su partido esté llevando a cabo "una campaña de propaganda o agitación" contra los populares. Pero Zapatero no calló y se la devolvió a García-Escudero: no me acusen a mí de hacer propaganda cuando acaban de poner en marcha una campaña en Andalucía bajo el lema Zapatero se columpia con las mujeres, en alusión al paro femenino.

El rifirrafe fue a más. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, aseveró ayer que al PP no les gusta "ni las autonomías ni los funcionarios ni que los servicios fundamentales sean prestados por el sector público". Por su lado, el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, dijo que a Rajoy, con su proyecto para la Administración, "se le ha visto no el plumero, sino todo el pelaje". "La España una grande y libre fue buena solo para unos cuantos", agregó. El socialista Marcelino Iglesias habló de "involución".

El líder de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran i Lleida, respondió a Rajoy la semana pasada que si quiere ahorrar gastos en el sistema autonómico, suprima algunas autonomías y acabe con el café para todos (la creación de comunidades en toda España, no solo en Cataluña, Galicia y Euskadi). Ayer el candidato de CiU a la Generalitat, Artur Mas, fue aún más lejos. Durante una conferencia en Madrid pidió que España, no solo el PP, "reflexione" sobre el café para todos , porque para él este sistema "no tiene futuro". Según el líder nacionalista, no sería tan difícil que algunas autonomías devolvieran sus competencias.

"DECLARACION DE GUERRA" Para las asociaciones de gais y lesbianas, el hecho de que el líder del PP no descarte ahora revocar la ley que permite el matrimonio homosexual es una "declaración de guerra", en palabras del secretario general de la Coordinadora Gay-Lesbiana de Cataluña, Antonio Guirado. .