La crispación por los vertidos del Prestige llegó ayer al Parlamento gallego. Si el domingo eran los socialistas gallegos los que llevaban la batuta de la protesta al promover una moción de censura contra Manuel Fraga, ayer fue el Bloque Nacionalista Galego el que se mostró beligerante contra la gestión de la crisis por parte de la Xunta.

El BNG interrumpió el discurso del conselleiro de Pesca, Enrique López Veiga, cuando explicaba que la mancha en alta mar no era de 6.000 toneladas de fuel, sino de 11.000. Los diputados nacionalistas sacaron entonces varias pancartas en las que podía leerse, en gallego, el lema Nunca más , el nombre de una asociación que ha convocado una manifestación contra la catástrofe del Prestige para el 1 de diciembre en Santiago.

La sesión tuvo que interrumpirse hasta que los carteles fueron retirados. El líder del BNG, Xosé Manuel Beiras, pidió la dimisión de Fraga, ausente de la sesión. En tono irónico, Beiras dijo en la Cámara gallega que "el presidente no tiene que estar a todas horas en Muxía, y menos a su edad", pero advirtió de que "es un insulto a la ciudadanía que esté cazando".

El BNG aún no ha aclarado su postura respecto a la moción promovida por los socialistas, pese a que éstos se han puesto en contacto con Beiras para sumar esfuerzos. Los nacionalistas pedirán hoy la comparecencia en el Parlamento español del presidente del Gobierno, José María Aznar, para que dé cuentas de la gestión.

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