El 14 de marzo. Esa es la fecha elegida por José María Aznar para las elecciones generales. El presidente andaluz, Manuel Chaves, anunció ayer que convocará las autonómicas el mismo día. Para acabar con las especulaciones --la otra fecha que barajaba Aznar era el 7 de marzo--, el presidente anunció ayer al Consejo de Ministros que lo reunirá el 19 de enero en sesión extraordinaria para aprobar el decreto de disolución de las Cortes e informar al Rey, al que ya ha adelantado este calendario.

Cuatro años y dos días habrá durado la última legislatura de Aznar como jefe del Ejecutivo, cargo que revalidó con mayoría absoluta el 12 de marzo del 2000. De acuerdo con la legislación electoral, las candidaturas de todos los partidos serán proclamadas oficialmente el 16 de febrero, y la campaña electoral se desarrollará entre el día 27 de ese mismo mes y el 12 de marzo.

Antes de inclinarse por el 14 de marzo, Aznar calibró si una convocatoria tan próxima a las Fallas podía menguar las expectativas electorales del PP en la Comunidad Valenciana. La respuesta de los populares valencianos fue negativa, así que procedió a pactar la fecha con el candidato del PP a la Moncloa, Mariano Rajoy. Después, el vicepresidente Javier Arenas informó a Chaves para asegurarse de que, como en las dos últimas convocatorias, las generales y las andaluzas se celebraran al tiempo.

PACTO A la misma hora en que el ministro portavoz, Eduardo Zaplana, anunciaba la decisión de Aznar, Chaves desvelaba ante la prensa la fecha de las elecciones andaluzas. El presidente de la Junta aseguró que su elección era fruto de un acuerdo con Arenas, quien después puntualizó que se había limitado a informarle de los planes de Aznar.

En la Moncloa, el ministro portavoz aprovechó para glosar brevemente los casi ocho años de Aznar en el Gobierno, que definió como "el periodo de mayor estabilidad parlamentaria de la historia de la democracia española". "Los tiempos en los que la coyuntura política era determinante en las convocatorias electorales han sido felizmente superados", se felicitó Zaplana.

En respuesta al PSOE, que contrapone el actual fervor del PP por la Constitución al recelo que suscitó en Aznar al ser aprobada, Zaplana dijo que el consenso sobre la Carta Magna fue un mérito colectivo, pero "muy especialmente" del "centro político". El ministro, militante de la Unión de Centro Democrático (UCD) en la transición, agregó que el PP representa hoy a ese partido, que contribuyó a "moderar otras posiciones". Aunque omitió este dato, entre las posiciones que la UCD hubo de moderar estaban las de Alianza Popular (AP), refundada luego como PP.

Por su parte, el vicepresidente Rodrigo Rato manifestó estar a la "entera disposición" de Rajoy para colaborar en su proyecto político. No aclaró si repetirá como número dos en la lista del PP por Madrid, pero fuentes populares lo dan por seguro.

EL PSOE PIDE DEBATES La portavoz del PSOE, Carme Chacón, ofreció al PP pactar las "reglas mínimas" de la campaña para garantizar su "limpieza" y posibilitar los debates televisados entre los candidatos.