Ante la sensación generalizada entre sus partidarios de que Carme Chacón ha perdido una batalla en sus aspiraciones de liderar el PSOE pero no la guerra, la dirección del PSC empieza a preparar el terreno para el siguiente asalto: optar a la secretaría general del partido. Un objetivo para el que la cúpula de los socialistas catalanes tiene ideada una hoja de ruta que el órdago lanzado esta semana por el lendakari, Patxi López, al reclamar un congreso extraordinario podría hacer saltar por los aires.

Neutralizado ya, pese al varapalo encajado por Chacón, el incómodo pulso en primarias de la ministra con Alfredo Pérez Rubalcaba, el camino para preparar el congreso de octubre del PSC queda expedito, siempre y cuando la espada de Damocles de un anticipo de las elecciones generales no se precipite.

Según los planes de la cúpula catalana, una vez elegida la nueva ejecutiva y pasadas las generales de marzo, llegaría la hora del congreso ordinario del PSOE. Y sería entonces, tras una previsible derrota en las urnas de Rubalcaba, cuando Chacón tendría una segunda oportunidad.

Según dirigentes del partido, un cónclave extraordinario del PSOE precipitaría antes de lo deseado la pugna entre los partidarios del vicepresidente y los de la ministra.

CASTIGO AL LENDAKARI Ante esta amenaza, la nutrida delegación catalana que participará hoy en la reunión del comité federal se atrincherará para evitar que López y quienes lo secundan se salgan con la suya. Y de paso, castigará la figura emergente del lendakari, posible rival de Chacón en la sucesión de José Luis Rodríguez Zapatero. La estrategia será anteponer la "lealtad y generosidad" de Chacón al retirarse de las primarias para no perjudicar al partido y al Gobierno con la actitud antagónica de López.