En el último mes no ha habido fin de semana sin movida en el PSC. Primarias, comité federal del PSOE para decidir qué hacer con Mariano Rajoy, investidura en la que los socialistas catalanes rompieron la disciplina de voto y, en este, el congreso del PSC, con la tensión manifiesta en las relaciones con el PSOE como telón de fondo.

Este viernes arranca el XIII congreso de los socialistas catalanes que, además de para ratificar a Miquel Iceta como primer secretario, servirá para marcar el rumbo del partido de cara a unos próximos años que se atisban moviditos en todos los frentes. Iceta recogió hace dos años un partido partido por el derecho a decidir y se ha pasado dos años intentado recoserlo, achicando agua para evitar un hundimiento electoral. Consiguió estabilizar la nave, pese a que ha ido perdiendo votantes en las cuatro contiendas electorales (autonómicas, municipales y dos generales) en las que la sangría electoral no ha cesado. Ahora tiene el reto de empezar a recuperar terreno, intentando marcar un perfil propio tras haber quedado desdibujado en el tablero electoral. Una misión en la que le puede ayudar, paradójicamente, el hecho de haberse enfrentado con el PSOE al negarse a ayudar a investir a Rajoy.

En medio del terremoto del PSOE, Iceta no ha parado de mantener reuniones en los últimos días para confeccionar la nueva ejecutiva, que aspira a ser más diversa tanto en género (las mujeres representan un 42% de la ejecutiva y, como mínimo, llegarán al 50%), edad y representación territorial. Habrá que ver también si apuesta por integrar en la nueva cúpula a personas cercanas a la candidatura de Núria Parlon a las primarias y qué papel juega la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, actual viceprimera secretaria. Una de las peticiones de Parlon era que Assumpta Escarp dejara de ser la portavoz del partido. La diputada del Parlament no repetirá y Jaume Collboni, líder del PSC barcelonés y segundo teniente de alcalde de Barcelona, la sustituirá en el cargo.

LA AUSENCIA DE LA GESTORA

El elemento de la ponencia marco que se antojaba más espinoso, la ley de la claridad, saltó finalmente del redactado final que se presentará a la militancia. Pese a ello, también hay otros puntos, como el que plantea un acercamiento al mundo de los 'comuns' para crear una "alianza catalana de progreso" que pueden animar el debate. Pero la principal duda en el futuro inmediato de la formación catalana es qué pasará en la relación con el PSOE. La ponencia marco plantea que "el PSC, ahora más que nunca, tiene que volver a ser el partido con personalidad jurídica propia y soberano", pero sin romper el protocolo de unidad que hermana a ambas formaciones desde 1978.

El líder del PSOE solía acudir a la clausura de los congresos del PSC, pero esta vez es distinto. Desde la forzada dimisión de Pedro Sánchez, no hay secretario general y una gestora se ha hecho cargo del partido. Aunque habrá representantes del PSOE en el congreso, como la presidenta de Baleares, Francina Armengol, y la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, ni el presidente de la gestora, Javier Fernández, ni ninguno de los representantes de la gestora tiene previsto asistir. Una gestora que ya perfila un nuevo modelo de relaciones con los socialistas catalanes, después de que estos mantuviesen su rechazo a la investidura de Rajoy, en contra de la abstención aprobada en el último comité federal.