El PSE no llevará más la maleta al PP". Así resumió un dirigente socialista vasco el debate en el comité nacional que aprobó ayer, con tres votos en contra y 117 a favor, la propuesta de "más estatuto", presentada como alternativa al plan del lendakari, Juan José Ibarretxe, para lograr un acuerdo de libre adhesión a España que sustituya al Estatuto actual.

Nicolás Redondo, el exsecretario general de los socialistas vascos, abanderado de la unidad de acción con el PP, ni tan siquiera asistió a la reunión.

Su sucesor, Patxi López, compareció eufórico ante la prensa para celebrar que el PSE haya salido "absolutamente cohesionado y unido". Advirtió de que no caerá "en la trampa" que les tienden el PP y el PNV, y que no tolerará que Jaime Mayor Oreja cuestione su actitud, ni permitirá a Xabier Arzalluz que les impida "defender la España plural de la que el PNV quiere separarse".

OTRAS AUSENCIAS DESTACADAS

Las voces más significadas del redondismo que son miembros del comité nacional, Rosa Díez y Carlos Totorika, tampoco asistieron. Pero sí lo hizo Antonio Aguirre, que justificó su voto negativo con un duro discurso contra la ejecutiva, contra el secretario general del PSOE y contra el socialista catalán Pasqual Maragall.

Aguirre preguntó a Patxi López por qué José Luis Rodríguez Zapatero tiene miedo a debatir con el PP sobre la unidad de España y acusó a la dirección del PSOE de "romper" el consenso constitucional. De Maragall, censuró que condicione a la ejecutiva federal, le criticó por apoyar al director del clausurado diario Egunkaria y le acusó de "querer dar lecciones" a los socialistas vascos.

También Izquierda Unida-Ezker Batua reivindicó ayer un lugar propio, aunque desde el Gobierno de Juan José Ibarretxe. El consejo político aprobó, por 34 votos a favor, 13 en contra y 3 abstenciones, la decisión de presentar en el Parlamento un proyecto de nuevo Estatuto, distinto pero no contradictorio con el plan del lendakari.