El secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, se desmarcó ayer de la posición de Alfredo Pérez Rubalcaba, partidario de impedir que la candidatura de Herritarren Zerrenda (HZ) pueda presentarse a las elecciones europeas de junio. Rubalcaba, portavoz del PSOE en el Congreso, tachó esa candidatura de "añagaza de Batasuna para esquivar la ley de partidos".

López evitó criticar a su compañero, pero dijo que no son los partidos, sino el Gobierno, quien deberá decidir si pide a la fiscalía o al abogado del Estado que "examine" las listas de HZ, y que será la justicia la que decidirá si esta candidatura "cumple la ley y si es heredera o no de una formación ilegalizada"

"Puede ser que yo ponga el acento en otro sitio". Con esa frase, López zanjó las evidentes diferencias entre el discurso mantenido hasta ahora por el PSE en torno a la candidatura de HZ y el que exhibió Rubalcaba tras la reunión del pacto antiterrorista. López advirtió de que él "mantiene" manifestaciones anteriores que han eludido asimilar a la nueva candidatura con una "añagaza" de Batasuna.

LA "URGENCIA" DEL PNV López también denunció "la urgencia" con la que el Ejecutivo de Juan José Ibarretxe defendió ayer "al mundo radical". López protestaba contra la portavoz del Gobierno, Miren Azkarate (PNV), que criticó la intención socialista de pedir la ilegalización de HZ.

"Es una decisión que corresponde a la vieja política de la era Aznar", acusó Azkarate, mientras advertía que el "nuevo talante" de Zapatero no se correponde con querer que personas "no condenadas" no puedan ser elegibles el próximo 13 de junio.