El espectáculo poselectoral que están dando los socialistas desde el 27 de mayo en Navarra ofrecerá una de sus sesiones más movidas hoy en Madrid. El PSOE ha convocado esta mañana al candidato a la presidencia del Ejecutivo autonómico, Fernando Puras, y al secretario general del Partido Socialista Navarro (PSN), Carlos Chivite, dos días después de que desafiaran a la dirección federal con su decisión de pactar con Nafarroa Bai e Izquierda Unida (IUN). Las formas, después de los encontronazos que ha habido durante semanas entre el PSN y el PSOE, han encolerizado a los más reacios a ese acuerdo, hecho que no hace augurar nada bueno para "el cambio" por el que votaron los navarros. "No nos esperábamos esta provocación. Estamos muy sorprendidos", declararon, bajo petición de anonimato, varios responsables de la ejecutiva federal.

José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general de la comisión ejecutiva federal, y otros miembros de ese órgano, como Alfredo Pérez Rubalcaba, eludieron pronunciarse sobre la decisión del PSN hasta que hoy escuchen sus argumentos. Más directo, como es habitual, fue el exministro de Defensa José Bono. El expresidente de Castilla-La Mancha declaró que el PSOE es "un partido serio" que "no busca el poder" y no puede pactar con Na-Bai, que esconde "un independentismo agazapado".

ESTATUTOS Zapatero no participará en la reunión de Ferraz, ya que acudirá a un Consejo de Ministros extraordinario para abordar las consecuencias de los incendios en Canarias, pero tendrá a uno de sus hombres de confianza en la reunión. José Blanco, que siempre ha mostrado su oposición al pacto con Na- Bai, encabeza la comisión permanente del PSOE. Es este órgano, según los estatutos, el que decide la política de alianzas.

Los socialistas navarros confían en que la dirección federal avale su apuesta de formar un gobierno de progreso. En los últimos días, las bases del PSN han transmitido a su ejecutiva regional la apuesta inequívoca por alcanzar un tripartito que desbanque a Unión del Pueblo Navarro (marca del PP en Navarra), al tiempo que descartan pactos con los regionalistas.

Las voces más críticas ya han amenazado con una "crisis sin precedentes" si su decisión es rechazada por la comisión ejecutiva del PSOE. José Luis Uriz, portavoz del PSN en Villava y miembro del comité regional, afirmó que, si Ferraz no atiende la demanda, debería dimitir toda la ejecutiva navarra del partido.

Varios sectores del PSN consideran "un suicidio" no aprovechar la oportunidad de conformar un gobierno de progreso, tras semanas de negociaciones y cuando la promesa de cambio había sido el lema de la campaña. Los socialistas vascos, en la distancia, avalan esta tesis y piden valentía para sacudirse la presión del PP y el temor a ser castigados en las cercanas elecciones generales.

Si finalmente la dirección federal veta la decisión de la ejecutiva del PSN, la situación en Navarra se complicaría aún más. Sus bases no entenderían nunca que los socialistas volvieran a mirar hacia UPN para apoyar un gobierno regionalista, por lo que el adelanto electoral se consolidaría como la opción más probable. La presidenta del Parlamento foral, Elena Torres, fijó el 18 de agosto como fecha límite para elegir al presidente.

"AMBIG EDAD" Para Na-Bai sería "inconcebible" que la dirección federal del PSOE "boicoteara" la decisión mayoritaria de los navarros "expresada en las urnas". Maiorga Ramírez, número dos de la coalición, se mostró cauto ante la decisión final de los socialistas, y recordó que durante las negociaciones "ha estado siempre en la ambigüedad".

También IUN pidió a Zapatero que respete la decisión del PSN. Su coordinador general, Ion Erro, le recordó sus propias declaraciones en las que se comprometía a respetar la voluntad de los socialistas navarros. "Apelamos a su palabra, que mantenga su compromiso", reclamó.