Las palabras del rey Juan Carlos sobre la importancia del acuerdo alcanzado entre unionistas y republicanos en Irlanda del Norte, pese a que las pronunció en un corrillo con periodistas y no de forma oficial, no pasaron ayer desapercibidas en la vida política española. El portavoz socialista en el Congreso, Diego López Garrido, interpretó el mensaje real como un espaldarazo a la política antiterrorista del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

El Monarca destacó el miércoles que procesos como el del Ulster requieren muchos años de trabajo, pero que, en cualquier caso, "hay que intentarlos". López Garrido consideró ayer que estas afirmaciones coinciden con los "sentimientos" de los españoles a favor del final del terrorismo, y señaló que es "absolutamente procedente" que se afirme que el presidente "va en esa dirección y se mueve en los parámetros de poner todos los medios para acabar con la violencia de ETA".

No obstante, López Garrido pidió a todas las fuerzas políticas que dejen "fuera de la contienda partidista" las declaraciones del Rey. En la misma línea, el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran, señaló que Juan Carlos tiene "el derecho y el deber" de valorar el proceso de paz en el Ulster y "mostrar su anhelo de que algún día aquí se acabe con el terrorismo de ETA", pero pidió que no se utilicen las palabras del Monarca.

El PP, por su parte, rechazó hacer comentarios. Su secretario general, Angel Acebes, explicó que su partido nunca se pronuncia sobre las declaraciones "off de record " del jefe de Estado.

"UTILIZACION DEL MONARCA" Las asociaciones de víctimas afines al Partido Popular sí se pronunciaron. El presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Francisco José Alcaraz, consideró "indignante" que se "utilice la figura del Monarca" para legitimar un proceso de "rendición ante ETA".