La vieja porfía que mantienen socialdemócratas y conservadores, desde hace siglos, sobre la conveniencia de subir o bajar impuestos en tiempos de crisis se ha vuelto a poner de moda en España en las últimas 48 horas. La razón es que los socialistas sacan pecho y defienden con ahínco su decisión de subir dos puntos el impuesto sobre el valor añadido (IVA) a partir del próximo mes de julio --pese a que la Unión Europea augura que será motivo de recaída para la enferma economía española--, mientras que los populares claman por una inmediata rectificación.

Resultado: ni el PSOE va a convencer al PP de sus tesis ni el PP va a lograr arrimar este ascua a su sardina. Pero ambos han encontrado la excusa perfecta para alejarse de un pacto que los dos partidos dicen querer, aunque con la boca pequeña.

Fue el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, quien, después de escuchar a unos y a otros en la primera reunión de la comisión Gobierno-grupos parlamentarios del pasado jueves, supo ver que esta confrontación de modelos fiscales sería un bache prácticamente insalvable para alcanzar cualquier acuerdo global. Así se lo contó a los periodistas. Y visto el cruce de declaraciones que protagonizaron ayer los socialistas y los populares, Erkoreka estaba en lo cierto.

REUNION TEMPRANA La controversia sobre el IVA centró buena parte de la reunión que ayer, a las nueve de la mañana, mantuvieron en el Congreso de los Diputados los portavoces de PSOE y PP, José Antonio Alonso y Soraya Sáenz de Santamaría, respectivamente. Ella sacó a colación las advertencias de la Comisión Europea respecto a una posible sacudida en la economía española durante el tercer trimestre, fruto de los efectos colaterales de la subida impositiva de julio. Y puntualizó que los populares comparten esa tesis. El sentenció que para el Ejecutivo es impensable renunciar a esa subida, ya que la cree fundamental para reactivar la economía.

Al término del encuentro, ambos convocaron a los periodistas y dieron fe de sus diferencias. "Vamos a pedir la comparecencia urgente de la vicepresidenta económica, Elena Salgado, para que explique los efectos perniciosos que puede tener esa medida. Le pedimos al Gobierno una reflexión, porque pueden provocar un repunte en la crisis", aseveró públicamente la popular Sáenz de Santamaría.

"Las rebajas de impuestos que pide el PP conducirían a este país a la catástrofe y debilitarían la posición de España en el contexto internacional", replicó Alonso. El rifirrafe del día quedaba servido en bandeja.

DE LA VEGA TERCIA A buen seguro, también se habló del IVA y de las alertas lanzadas desde Bruselas en el Consejo de Ministros. Al término de la reunión gubernamental, la vicepresidenta y portavoz, María Teresa Fernández de la Vega, echó un capote a Salgado y respaldó, en nombre del Ejecutivo, esta revisión de impuestos criticada en Europa. "Más allá de las valoraciones, que respetamos, consideramos un poco precipitado pensar que la subida de impuestos vaya a producir efectos negativos", recalcó De la Vega. Y recordó que la medida está incluida en los presupuestos generales del Estado para el 2010, aprobados con el voto de PNV y CC.

De hecho, los nacionalistas vascos miran con cierta distancia este asunto, dado que Euskadi goza de un régimen fiscal propio. Sin embargo, CiU tampoco vio ni ve con buenos ojos la subida del IVA, mientras que ERC, IU e ICV demandan más presión para las rentas más altas, a fin de evitar tentaciones de recorte en el gasto social. O sea, que ninguno de los grupos que conforman la oposición (y que ocupan una silla en la mesa de la comisión creada ad hoc para conseguir un pacto contra la crisis) están del todo conformes con la política de impuestos de los socialistas, aunque a todas luces es el PP el más belicoso.

RAJOY DA LA PUNTILLA Los conservadores llevaban tiempo azuzando el debate fiscal, pero es ahora cuando ven posibilidades de sacarle rédito ante los ciudadanos y, sobre todo, de hallar un muro tras el que esconderse de pactos que no desean. Por eso, el PP repartió ayer un documento interno entre sus cargos para animarles a exprimir, en sus intervenciones públicas, las advertencias de la UE a España ante el inminente incremento del IVA. Para dar ejemplo, el propio Mariano Rajoy salió a la palestra en Ciudad Real. "No hay razón para subir los impuestos este año. Yo no soy partidario", proclamó, pese a que el líder popular ubica a la economía española en las puertas de la UVI.