Acontecimientos como el incidente del Rey y José Luis Rodríguez Zapatero con Hugo Chávez en la Cumbre Iberoamericana y la sentencia de la matanza del 11-M han eclipsado la pertinaz campaña de acoso del PP y han propiciado un aumento de las expectativas electorales del PSOE, a cuatro meses de las legislativas. Según el Barómetro de España elaborado para este diario por el Gabinete de Estudios Sociales y Opinión Pública, si se celebrasen ahora las elecciones el PSOE aventajaría al PP en seis puntos y obtendría entre 165 y 170 diputados (ahora tiene 164). La mayoría absoluta del Congreso está en 176 escaños.

Los socialistas obtendrían 1,3 puntos más que en las elecciones del 14-M y que en el barómetro de este diario publicado el pasado 21 de junio. El PP, con tres décimas más que en las elecciones del 2004 y 1,6 puntos menos que en junio, conseguiría entre 145 y 150 escaños. Ahora cuenta con 148 diputados.

El goteo de votos que va perdiendo IU-ICV en las últimas encuestas retrotraen a esta formación prácticamente al mismo resultado que obtuvo el 14 de marzo del 2004, con los mismos cinco diputados, o incluso uno menos. CiU pierde cuatro décimas y sacaría los mismos 10 escaños, o uno menos. El PNV, con dos décimas menos, también conservaría sus siete puestos, o perdería uno. Entre las formaciones minoritarias, la más perjudicada sería ERC, que perdería siete décimas y uno o dos escaños de los ocho que tiene ahora.

En la intención directa de voto --el que confiesan los encuestados dirigido a un partido y que se refiere a la totalidad del censo electoral--, el PSOE queda casi igual que en el barómetro de junio, mientras el PP pierde siete décimas. La diferencia entre ambos se amplía ligeramente, situándose en 14 puntos a favor de los socialistas.

Otro dato que avala la consolidación de los socialistas es que la fidelidad que confiesan los votantes de cada partido iguala prácticamente, por primera vez en mucho tiempo, al PSOE con el PP. El partido conservador mantenía, con diferencia, el índice más alto de votantes fieles. Esta tendencia da un vuelco y el PSOE, esta vez, logra casi el mismo índice de fidelidad: algo más de 8 de cada 10 antiguos votantes dicen que volverán a votarlo, prácticamente como el PP. El trasvase de votos también favorece a los socialistas: el 13,3% de los electores del PNV, el 15,6% de los de IU-ICV, el 17,9% de CiU, el 15% de ERC y el 4,7% del PP dicen que ahora votarían al PSOE.

GESTION APROBADA Aunque la estimación sobre la gestión del Gobierno baja dos puntos respecto a junio, quienes la califican de buena o muy buena siguen estando muy por encima de los que la tachan de mala o muy mala (14,5 puntos de diferencia a favor de los primeros).

Además, mientras el PSOE aumenta el grado de confianza de los encuestados, la confianza en el PP cae sin cesar desde abril del 2005: entre los que confían y los que desconfían hay una diferencia de casi 30 puntos.