La dirección del PSOE empezó a asumir ayer el órdago que le ha lanzado el secretario general en Madrid, Tomás Gómez, y a tratar de sacar provecho de la batalla interna que se le ha abierto. El partido celebrará elecciones primarias el 3 de octubre, en las que Gómez se enfrentará, con toda probabilidad, a la actual ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, la candidata por la que apuesta nada menos que el secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, y buena parte de la dirección del partido.

Diversos miembros de la ejecutiva federal, haciendo de la necesidad virtud, explicaron ayer que ese proceso de elecciones internas obligará a la prensa a "poner el foco durante mes y medio" sobre el Partido Socialista de Madrid (PSM) y acercará los dos candidatos a los votantes. "Siempre hemos salido reforzados cuando se han celebrado primarias", dijo Leire Pajín, secretaria de organización del PSOE.

Jiménez, que se ha mantenido en un segundo plano desde que se dio a conocer que era la elegida por Zapatero para enfrentarse a Esperanza Aguirre, ha convocado a la prensa esta mañana frente al Ministerio de Sanidad para, previsiblemente, anunciar que está dispuesta a enfrentarse a Gómez, exalcalde de Parla, en las primarias. La política malagueña fue aspirante a la alcaldía de Madrid en el 2003, pero perdió frente a Ruiz-Gallardón.

La inflexibilidad que ha demostrado Gómez estos últimos días --en los que ha tenido que argumentar su determinación incluso al propio Zapatero en una reunión el sábado en la Moncloa-- ha enardecido a sus compañeros más fieles del PSM.

COMO DAVID CONTRA GOLIAT En declaraciones a Europa Press, el histórico dirigente del PSOE y padre de la Constitución, Gregorio Peces-Barba, alabó la decisión de convocar las primarias, para que el PSM "pueda decidir libremente". La portavoz en la Asamblea de Madrid, Maru Menéndez, dijo que los partidarios de Gómez se sienten como David contra Goliat, "el pequeño contra el grande". "Gómez cuenta con el respaldo de la militancia y un liderazgo compartido y trabajado en estos últimos años", aseguró.

De la diferencia entre militantes y votantes habló ayer Pedro Castro, alcalde de Getafe. "Cuando vas a pescar no pones el cebo que te gusta a ti, sino el que le gusta al pez, porque, si no, no pescas". Y, según las encuestas del PSOE, el cebo de Jiménez atrae a un 30% de votantes socialistas más que Gómez.

FRENO A ROSA DIEZ Un miembro de la ejecutiva federal explicó que los sondeos encargados por el PSOE señalan "una diferencia demasiado espectacular" entre los dos dirigentes como para que la dirección del partido y el propio secretario general no intentaran convencer a Gómez de que no es la mejor opción. Según esas encuestas, Jiménez puede romper la mayoría absoluta de Aguirre y, además, frenar la irrupción del partido UPD, de Rosa Díez.

"Zapatero, como hizo en su momento Manuel Chaves, ha asumido su responsabilidad y ha tratado de convencer a Gómez de que deje paso a Jiménez en primer lugar", explica este dirigente. Al no conseguirlo y forzar las primarias, toca sacar ventaja de la desgracia: "Gómez tiene el derecho de intentarlo y, mientras, tanto él como Jiménez darán a conocer el proyecto progresista del PSOE frente al desgastado modelo del PP". El PSM advertía en la nota que emitió el sábado tras la reunión entre Gómez y Zapatero de que espera que la dirección de Ferraz actúe "con absoluta neutralidad" durante la campaña de las primarias. Un deseo que parece difícil que pueda ser cumplido después de que hasta Zapatero haya manifestado sus preferencias.